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ROMÁN URRUTIA
Lunes, 11 de julio 2011, 04:28
Antonio Hurtado está sentado en su silla de anea a la sombra de una higuera y a la entrada de su cortijo cerca del Barrichuelo, entre Huétor Vega y La Zubia. Con el sombrero de paja calado y la parsimonia de los hombres del campo. Está esperando a que vengan a llevarse sus patatas gratis, sí gratis, porque le pagan por kilo la tercera parte de lo que supone el coste de la cosecha «y en principio pensamos meter la rotavator y levantarlo todo, pero pensé que hay mucha gente necesitada y esto es alimento». Así que ha lanzado un llamamiento para que todas las organizaciones de ayuda humanitaria se lleven sus 'papas' gratis. «Nosotros incluso las sacamos de la tierra para que ellos solo tengan que recogerlas».
Es la crisis, una crisis que como siempre se ceba con los de abajo pero a Antonio le han herido en su orgullo y prefiere regalarlas antes que malvenderlas «porque para que se lleven la ganancia quienes me la quieren pagar a 0,07 céntimos y venderlas a 0,80 euros después de todo el trabajo que me ha costado, prefiero hacer esto». Empezó en enero a preparar la tierra, a sembrarla después, a regarla, a cuidarla para que un patata roja llegara a un mercado que «desprecia ese esfuerzo».
No a la especulación
De cualquier forma, con su arranque de coraje no habrá trabajado en balde y uno de los alimentos más ricos en potasio, fósforo y magnesio importado de América en 1570 llegará a las mesas de quienes están más necesitados, porque ayer por la tarde el Banco de Alimentos y alguna que otra ONG ya se había puesto en contacto con este agricultor para ir a recoger esas papas que se han convertido en el símbolo de que la especulación con los alimentos debe frenar en tiempos de crisis. Mariano, otro agricultor vecino, dice que ha tenido más suerte porque tenía un «contrato a futuro» y ya vendió su cosecha de antemano a 0,17 euros «porque por debajo de esa cifra ya te cuesta dinero». Los más de mil kilos de papas apilados bajo un manto de rafia verde y los ocho surcos de patatas enterradas esperan 'indignados' darle un golpe bajo a la especulación de la mano de Antonio.
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