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COSTA

El agente atacado por un conductor en Torrenueva permanece muy grave

La Asociación unificada de guardia civiles alerta de la agresividad y las faltas de respeto que sufren «porque en crisis nos ven como recaudadores»

MERCEDES NAVARRETE

Martes, 15 de noviembre 2011, 13:39

José María G. J. tiene 31 años y era un chaval normal, sin antecedentes penales, hasta que el pasado viernes, en un alarde de bestialidad, la emprendió a golpes con un agente de la Guardia Civil de Tráfico que le pidió que detuviera su vehículo en la travesía de Torrenueva. El joven no era un delincuente, ni llevaba drogas en el coche, ni había cometido una sanción grave, ni tenía el más mínimo motivo para enfrentarse a los agentes que, simplemente, le dieron el alto porque su coche tenía un problema con las luces. Un tema tan absurdo como que llevaba encendidos los faros antiniebla en una tarde en la que la visibilidad era perfecta. Según la Guardia Civil, había cometido una infracción del artículo 106 del reglamento de tráfico que conlleva una sanción de 70 euros y que, con el descuento por pagar en el acto, se le hubiera quedado en 49 euros.

Sin embargo, cuando le notificaron la sanción la respuesta de José María no fue la lógica. El joven conductor respondió con un puñetazo en la cara a uno de los agentes, que cayó al suelo y se golpeó la cabeza, y con amenazas al otro.

Por culpa de esta absurda y brutal agresión, el agente de la Guardia Civil de Tráfico de Motril, de 45 años, está luchando por salvar su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Traumatología de Granada.

Salvaje

El agente, según informó ayer la Guardia Civil, permanecen estado muy grave, sedado, tras ser intervenido este pasado domingo por las complicaciones derivadas del fuerte golpe que recibió en la cabeza y que le provocó un derrame cerebral. Ésta es sin duda la agresión más salvaje, la gota que colma el vaso, pero los ataques y las faltas de respeto hacia los agentes de la Guardia Civil no son un hecho aislado, según denunció ayer la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC), que se personará como acusación particular en la causa judicial contra el conductor.

El portavoz de la AUGC en Granada, Cecilio Medina, aseguró que la actual situación de crisis económica y laboral tiene crispados los nervios a muchos conductores, que la pagan con los agentes de tráfico al considerar que están ahí no para velar por su seguridad en la carretera sino para sacarles el dinero. «La crisis está haciendo que una cantidad de ciudadanos cada día más numerosa pierda el respeto y opte por la agresión al situar a los agentes como enemigos o meros recaudadores y no como agentes de la autoridad», advierte. En la misma línea, se manifiesta el agente José Cabrera, también de la AUGC: «Estamos viviendo una situación que jamás antes habíamos sufrido, los conductores nos corretean, nos responden, nos faltan el respeto, estamos más inseguros. Vamos a tener que plantearnos tomar otras medidas de seguridad».

En este sentido, la AUGC recuerda que los guardias civiles «sólo son trabajadores y actúan bajo los mandatos de la leyes y las distintas autoridades» y por ello ha reclamado la búsqueda de nuevas formulas que les permitan ejercer su trabajo con garantías de seguridad. El secretario general de la AUGC en Granada ha visitado al agente herido para brindar a sus familiares el apoyo de la asociación y ha reclamado «una condena e indemnización ejemplar» para el agresor, que está en prisión provisional, acusado de un delito de atentado y de lesiones. Además, el juez no descarta imputarle algún delito más, dependiendo de la evolución que tenga el estado de salud del guardia civil.

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