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J. E. POVEDA
Sábado, 28 de febrero 2009, 03:19
El terror se pintaba en el rostro de las madres que, una a una, iban llegando a partir del mediodía a la guardería Cervantes, en la Carrera de Jesús. Intimidaba el tumulto de curiosos, la nube de cámaras y fotógrafos y, sobre todo, el furgón de la funeraria aparcado en la puerta. Los rostros se contraían en el momento de dar el nombre de su niño a los policías locales que custodiaban la entrada. Luego, el suspiro de alivio al ver a sus hijos. Besos nerviosos, abrazos mucho más fuertes que el de todos los días. No era el suyo. El drama de unos padres destrozados ya se estaba viviendo dentro. Los dos son trabajadores municipales. Habían dejado a su bebé por la mañana. Una niña de seis meses. Y antes de las doce les habían llamado para decirles que su hija había muerto. Muerte súbita, según los primeros indicios.
La regidora compareció ante los periodistas que esperaban fuera con el sufrimiento que había respirado junto a los padres reflejado en el rostro. Junto a ella, la concejala Lola Herrera, también con luto en los ojos. «Los primeros indicios apuntan a que ha sido una muerte súbita, según la información que tenemos hasta ahora. Hay que esperar a que los forenses hagan su trabajo. Los padres están muy afectados. No pueden ni hablar. Les abrazamos y les acompañamos en su dolor», acertó a decir Peñalver. No sólo habían tenido que consolar a los padres. También a la joven cuidadora que estaba a cargo del menor, presa de los nervios y con una imagen grabada en la cabeza. «Tan bonita, rubia, siempre sonriente».
Minutos antes, habían sacado el cuerpo sin vida de la pequeña. En brazos, envuelta en un sudario blanco, y oculta de todas las miradas por una manta verde.
Fulminante
La menor había llegado a la guardería con normalidad. Nadie había notado nada extraño. Le dieron el biberón. Después se quedó dormida en su cuna. Hasta que los cuidadores descubrieron que no respiraba.
La muerte súbita del lactante es una de las enfermedades más desconocidas. Afecta a un bebé aparentemente sano. Altera su respiración y lo mata inesperada mientras duerme. Es muy poco frecuente en bebés de más de seis meses, pero expertos indican que se produce de forma esporádica a esas edades. Es más habitual en varones. Según la estadística, se da más en meses fríos, y en bebés que duermen boca abajo. Pero por qué, es un misterio.
El 061 recibió la llamada de los responsables de la guardería a las 11,20 horas. Un bebé que no respiraba. Inmediatamente, el servicio de coordinación de emergencias 112 movió a la Policía Nacional y la Policía Local. Cuando llegaron los sanitarios, ya no había nada que hacer. La niña había muerto. El juez titular del juzgado de Instrucción número 2 de Jaén fue el encargado de levantar el cadáver, que partió hacia el Instituto de Medicina Legal de Jaén para que le hiciesen la autopsia. Está previsto que el cuerpo sea trasladado esta mañana al tanatorio Ciudad de Jaén, donde será incinerado tras una ceremonia religiosa.
La guardería Cervantes es un centro público de titularidad municipal. La concejala de Apoyo a la Familia, Lola Herrera, explica que allí se atiende a 120 niños.
El 16 de abril del año pasado murió otro menor en Jaén en una guardería de la zona de la Avenida de Barcelona en circunstancias similares. Esta semana otro bebé de cuatro meses ha fallecido en la localidad castellonense de Vinaroz. También muerte súbita.
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