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A. R.
Sábado, 3 de octubre 2009, 04:12
El veranillo de San Miguel por fin hizo acto de presencia en Úbeda y alejó los nubarrones que en días pasados dejaron varios chaparrones, los cuales pasaron por agua algunos momentos de la feria, para desilusión de feriantes y ferieros.
Así, ayer viernes, víspera de fin de semana y con un sol radiante, los ubetenses cogieron las fiestas con ganas y fijaron casi por un día su lugar de residencia en el recinto ferial. Y mientras fuera de las casetas el barro empezaba a endurecerse y la humedad a secarse, dentro se disfrutaba de un ambiente marcado por el bullicio.
De esta forma, la feria se acerca a su fin a falta de dos días que se esperan apoteósicos, pues de ellos también disfrutarán cientos de personas llegadas de municipios cercanos. De cara a la clausura, el domingo por la noche, desde el Ayuntamiento se ha anunciado la celebración de un espectáculo de fuegos artificiales de unas características nunca vistas en Úbeda. Según se asegura, además de todo tipo de cohetes, incluirá luz, rayos láser y música para cerrar las fiestas por todo lo alto. Se celebrará a las doce de la noche en el Polideportivo San Miguel. Y las puertas se abrirán al público a las once, con entrada gratuita.
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