El balonmano Bailén se recupera tras el varapalo de su debut en Primera

El Balonmano Bailén trabaja ya pensando en su debut en casa del próximo sábado, ante el Carboneras. Y mejor así, porque el de la competición no fue el estreno soñado. Los bailenenses dieron una imagen confusa, sin estar al nivel que se espera acaben consiguiendo a lo largo de la temporada, y cayeron derrotados por 35 a 28 en Badajoz. Un duro castigo ante un cuadro local muy potente que apunta muy alto en esta liga. Y fue más duro el resultado que lo que se pudo percibir en el terreno de juego, ya que un final de partido en el que se bajó el pistón permitió elevar la diferencia en el marcador hasta unas cifras excesivas, que muestran una diferencia mayor de la real.

Hundidos al final

El conjunto bailenense aguantó bien los dos primeros tercios del encuentro y hasta ese punto iba abajo en el luminoso, pero con una desventaja que podía ser minimizada en cualquier momento. La primera parte fue entretenida, con predominio de los ataques sobre las defensas y el Malpesa Bm. Bailén nunca le perdió la cara al choque, llegando con un esperanzador 18-15, al descanso.

En la reanudación todavía se aferraron al duelo los chicos de Gregorio Vendrell que poco a poco fueron cediendo en su empuje, y con fallos en el lanzamiento y algunos desajustes, fueron otorgando contraataques a Pines Bm. Badajoz que con varios jugadores de calidad contrastada en categorías superiores terminaron por apuntalar la renta hasta el 38-25 del final del encuentro.

Pese a que la diferencia puede ser amplia, considerando los méritos de cada equipo, es pronto para extraer lecturas negativas de esta contienda, primero por la categoría del rival y segundo porque los bailenenses mantuvieron el tipo durante buena parte del partido y eso es una garantía para el futuro.

Además, la salvación está asegurada antes de empezar a jugar. Esta liga prevista para 14 equipos, sólo será de 10, con la retirada in extremis de Bm. Telde y Keymare Almería. No habrá descensos en una competición algo descafeinada. Los bailenenses pueden centrarse en disfrutar de una categoría que ha costado décadas conseguir.