«Andújar siempre está en mi corazón; espero que mi pueblo nos ayude»

El secuestro del Alakrana por parte de piratas somalíes está afectando de lleno a la provincia de Jaén, en concreto a la ciudad de Andújar. María de los Ángeles Jiménez es natural de la ciudad iliturgitana y esposa de Gaizka Iturbe, uno de los marineros que lleva 37 días arrestado en aguas del Índico. María Ángeles, que trasladó hace años su residencia hasta Sestao, sigue manteniendo estrechos vínculos con Andújar, a donde regresaron sus padres hace cinco años (su padre murió hace ahora un mes y medio). En la localidad de Torredelcampo vive su hermana.

Fuentes próximas a la familia han comentado que María de los Ángeles y su hija están viviendo momentos de verdadera desesperación. También añaden que hoy se trasladarán hasta Bermeo, donde hay convocada una concentración a las doce del mediodía en la zona del Puerto para pedir la liberación de los pescadores. «Pero ahora estoy más fuerte que nunca, porque tenemos que luchar y no nos vamos a desmayar», asegura esta andujareña.

Depresión

Relata María Ángeles que su hija de 14 años está pasando por etapas de depresión. Justo antes de la entrevista que mantenía con IDEAL, venía de reunirse en Bermeo con los alcaldes de los municipios vizcaínos de donde son naturales los marineros secuestrados y se llevó una alegría ante la llamada de esta redacción. «Andújar siempre la tengo en el corazón espero que mi pueblo nos ayude», exclamó emocionada.

María Ángeles conoció a Gaizka en un autobús. Él venía de Granada. Ambos iban al Norte. María Ángeles nació en el año 1961 en la calle Comedias y Postigos (incrustada en pleno casco histórico de Andújar). Sus padres emigraron a Sestao y allí se fue a vivir. Tras un año y medio de noviazgo se casó con Gaizka el 29 de octubre de 1994 y al año tuvieron su única hija.

Gaizka lleva trabajando de marinero la friolera de 24 años y es hijo de Félix Iturbe, otro gran marinero y que fue el primer maquinista que llegó al Índico, justo donde está apresado ahora su hijo. En estos 37 días de secuestro María Ángeles ha podido hablar sólo tres veces con su marido. La última vez fue el pasado jueves, cuando Gaizka le contó lo duro, y crudo, que está el asunto. «El Gobierno le está dando muchas largas a este tema y no está siendo claro, porque la única condición que piden es que liberen a los dos piratas somalíes que están detenidos; no piden dinero», espeta María Ángeles. Su marido le contó que los secuestradores son violentos y añadió que a los 36 marineros secuestrados los tienen prácticamente hacinados. «Sólo les dan pan para comer, no tienen agua potable y no les dejan ducharse», afirma la mujer del marinero, quien abunda en el carácter violento de los secuestradores. «Suelen ir borrachos», remarca Mari Ángeles Jiménez.

Mañana domingo expira el plazo de los tres primeros marineros que están amenazados de muerte. Las primeras palabras que le dijo por teléfono Gaizka el pasado jueves fueron las siguientes. «Escucha atentamente, cariño, porque lo que te voy a decir es muy duro». Fue el día en que los secuestradores anunciaron la ejecución de los marineros de tres en tres.