El Balonmano Bailén se abona a los finales de infarto y sigue creciendo

El Bm Bailén piensa mucho en la diversión de sus aficionados y poco en sus corazones. En esta temporada de debut en Primera Nacional sus triunfos están siendo agónicos, además de sorprendentes. Lo fue el primero de la temporada, el de hace dos semanas en casa ante el líder, el Bm Madrid y lo volvió a ser este fin de semana. El Malpesa se impuso en el 28 de febrero a un rival de 'su' liga, el Bm Malagueta, y lo hizo por ajustado 27-26 y con un René Oliva espectacular, un muro entre los palos.

A falta de quince segundos ese era el resultado, triunfo por uno, pero con posesión para los malagueños. La tensión se podía cortar con cuchillo en las gradas. Pero de nuevo la buena defensa local impidió el acierto visitante y agarró el balón y los puntos. «Lo mejor del partido ha sido el resultado», admitía el técnico Gregorio Vendrell, con el rostro del que ha sufrido lo suyo, la imagen del pabellón bailenense el sábado por la tarde. Si esa fue la mejor noticia, la peor fue la lesión de Espinosa, que tuvo que ser atendido con molestias en la rodilla, y cuyo alcance está pendiente de confirmación.

Igualdad

El resto del partido fue similar en cuanto a emoción, algo que no preveía cuando el choque comenzó con un parcial de 4-1. Pero tras un parcial de 0-5 del equipo de Luis López Becerra, viejo conocido del Malpesa, comenzó la igualdad extrema entre bailenenses y malagueños, con un intercambio de golpes en el que ninguno consiguió marcharse en el marcador hasta el ajustado final. Los locales aguantaron gracias a la defensa, rompiendo por las alas y por un acertado Sau cara el gol.

El Malpesa se coloca con seis puntos en la tabla, octavo de este grupo D de Primera Estatal, con dos equipos por detrás, a los que aventaja en cuatro y seis puntos, y se sitúa a sólo dos puntos del tercer clasificado de la tabla, que tras los últimos resultados es el Balonmano Madrid.