Arquillos estrena casa consistorial, bandera y escudo

El Consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, inauguró en la mañana de ayer sábado la Casa Consistorial de Arquillos, una vez acabadas las obras que han permitido su remodelación completa. La rehabilitación, que ha supuesto una inversión de 293.138 euros, posibilita que en planta baja se ubiquen oficinas, secretaría, concejalías de Obras y de Asuntos Sociales, despacho para la Policía Local, sala de reuniones y servicio de limpieza. En planta alta, alcaldía, salón de plenos, juzgado de paz, archivos, despacho para partidos políticos, agencia de igualdad y sala para un taller de empleo de ayuda a domicilio para 10 personas.

Durante el acto, en el que Zarrías estuvo acompañado por el delegado del Gobierno, Francisco Reyes, y por el alcalde de Arquillos, Serafín Merino, fueron descubiertos el escudo adaptado para el municipio y la nueva bandera que regirá en Arquillos.

Respecto al escudo, instalado en el corredor de acceso a la planta alta, el alcalde dijo que el anterior que se poseía no era oficial y estaba basado en el de Baeza, de la que se dependió durante el medievo. Precisó que Arquillos, con su actual emplazamiento, surge con los planes de colonización de Sierra Morena promulgados por el Rey Carlos III y, por tanto, el escudo había de hacer alusión al pasado.

El escudo adoptado contiene las iniciales del monarca fundador de las nuevas poblaciones de Sierra Morena y contiene 12 estrellas de plata y 12 puntas sobre azar, símbolo mariano que sigue las palabras del Apocalipsis. En el acto se recordó que la parroquia de Arquillos y la aldea de El Porrosillo rinden culto a la Purísima Concepción, pues era tal la devoción que Carlos III tuvo por ella que la convirtió en patrona de las nuevas poblaciones.

Nueva bandera

Finalmente, el Consejero izó la nueva bandera desde el balcón municipal. Realizada tras un estudio del licenciado en Humanidades, Jesús Solano, y diseñada por el experto en vexilología, Vicente Tocino, se trata de una bandera rectangular, formada por dos franjas encajadas verticales iguales, de color rojo y con una cruz latina blanca en el asta y otra amarilla en el batiente.

En la bandera, la fortaleza aparece representada a través de una partición que hacen las almenas y la cruz. De concepto histórico similar al de escudo, ambos símbolos fueron aprobados en sesiones plenarias.