Paco Meléndez pinta en sus cuadros sus ganas de vivir

Color y fantasía. La obra de Paco Meléndez Torres (Málaga, 1965) reúne temáticas y técnicas que hacen de su obra algo fresco y desenfadado, muy del gusto de la gente a juzgar por las buenas críticas y ventas que consigue con sus exposiciones. Hasta el día 14 de febrero 27 de sus obras estarán expuestas en la galería Eduma de Linares, mostrando principalmente dos temas: desnudos femeninos e instrumentos musicales.

Paco es una de esas personas a las que la vida se lo ha puesto todo mucho más difícil. Aquejado de una enfermedad muscular degenerativa, lleva desde los 21 años en una silla de ruedas. Fue entonces cuando empezó a dedicarse de lleno a la pintura, practicando con todo tipo de técnicas y materiales, reflejando mundos llenos de color y vitalidad. Y precisamente es eso, las ganas de vivir como él mismo admite, su principal impulso a la hora de plasmar sobre la tabla lo que pasa por su cabeza.

Varias influencias

En el trabajo de Meléndez se pueden encontrar dos influencias principales. Por un lado está el cubismo, influido por su paisano más universal, Picasso, mientras que por el otro también gusta de echar mano del impresionismo en el manejo de los colores. Eso en lo que respecta a la forma, porque en el fondo la temática tiene sobre todo tintes surrealistas, con escenas que aparentemente no tienen sentido o elementos que no concuerdan, objetos deformes y colores exagerados.

Una de sus mayores inspiraciones la encuentra en la música, de la que se declara ferviente apasionado en cualquiera de sus formas, así como de todo tipo de arte. Es lo que le hace buscar siempre la composición de cuadros diferentes, huyendo de la autocomplacencia y la repetición, aunque manteniendo un estilo propio.

Paco Meléndez trabaja desde 1998 con la galería Sammer de Marbella, que se interesó por su obra en la primera Feria de Arte Contemporáneo de Málaga. Ésta es su segunda visita a Linares y a Eduma. En la primera, en 2004, vendió 20 de los 25 cuadros que trajo.