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José Martín, en su despacho, durante la entrevista. :: FRANCIS J. CANO
«El que tiene tierras en las vegas de los ríos ha de saber que el caudal siempre vuelve»
JOSÉ MARTÍN INGENIERO JEFE DE LA CHG EN JAÉN

«El que tiene tierras en las vegas de los ríos ha de saber que el caudal siempre vuelve»

Lluvias que han recordado a la población que el cauce natural del río debe respetarse. Pantanos llenos a una velocidad que no se recuerda desde 1961. José Martín, ingeniero jefe de la CHG, analiza el ¿fenómeno?

MARÍA JOSÉ ÁLVAREZ JAEN@IDEAL.ES

Domingo, 7 de marzo 2010, 05:37

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos desde mitad de los setenta. Este zamorano de origen que se declara amante de las presas ha pasado entre los pantanos de Jaén más de media vida. Desde 1985 y, tras aprobar el examen de Funcionario de Medio Ambiente, está destinado en la Confederación Hidrográfica de Jaén. En 1997 lo nombraron jefe de la CHG. Ha sobrevivido a gobiernos de diferentes colores y a muy distintas formas de concebir la política hidráulica. ¿Su secreto? Son dos: su innata capacidad de trabajo y el hecho de que, lejos de ser un cargo de los de 'a dedo', se ganó su actual puesto también por oposición.

-El primer año después del trasvase de competencias a la Junta y el primero, tras muchos, en los que la lluvia rompe con todas las previsiones.

-Sabemos que en Jaén, pese a lo que pueda suceder con el cambio climático, se combinan años secos con años muy lluviosos. Estas lluvias intensas nos vienen muy bien a los que estamos en la ingeniería hidráulica, para que no olvidemos que los ríos son los ríos y que los cauces son los cauces. Es muy simple de entender: el río es un ser vivo que, aunque pase mucho tiempo y no protagonice crecidas, finalmente acaba volviendo a su ser. Cuando construimos y hablamos de retornos de 500 años de los ríos no es por capricho, sino porque en ese periodo de tiempo el río puede retornar a su origen. El río siempre vuelve y es absurdo construir sin tener en cuenta dato tan importante.

-¿Eso quiere decir que quien construye cerca de un río, debe saber a lo que se arriesga?

-Un año como éste puede darse cada diez o doce años. De hecho, tras la sequía de los 90, sucedió algo similar, aunque no con tanta virulencia. El que tiene posesiones en las vegas de los ríos, ha de ser consciente de que el caudal vuelve finalmente a su origen.

-¿Pero es normal que no haya parado prácticamente de llover en tres meses?

-No debería ser especialmente anormal. Los pantanos se hacen para acumular agua y soltarla cuando haga falta. Que desembalsen no debería ser noticia, y sí el que no estuvieran llenos. Las lluvias nos han puesto en alerta este año, para que no perdamos la perspectiva.

-Si hubiera caído tanta agua en una provincia con menos embalses, ¿qué habría sucedido?

-Las pérdidas hubieron sido mucho peores. No es que desprecie lo que ha sucedido ahora, que es muy grave, pero afortunadamente Jaén estaba preparada con una importante red de embalses y con sistemas de alarmas y avisos que han evitado males mayores, principalmente humanos. El ciudadano ha de saber que la Confederación Hidrográfica y la Agencia Andaluza del Agua han estado, y están, comunicados continuamente para valorar las incidencias de las lluvias, el estado de llenado de los embalses. Gracias al S.A.I.H., que es el Sistema Automático de información Hidrológica, sabemos cada segundo lo que ocurre en cada pantano, y así podemos decidir. Hace unos años esto era impensable. Conocíamos los datos de llenado de los embalses con dos o tres días de retraso. Si queríamos una cifra inmediata, había que enviar allí a los técnicos para que realizasen la medición. Por otro lado, también sistemas de alerta como la de Los Puentes, nos han ayudado mucho, demostrando su utilidad. Con ellos se puede decidir evacuar a la población con el suficiente tiempo de antelación como para no tener que lamentar más tarde pérdidas humanas tras una inundación o riada.

-Sin embargo, algunos embalses han sido la causa de las inundaciones.

-En absoluto. Los embalses de por sí disminuyen el caudal del río, por lo que éste puede almacenar más agua en caso de lluvia. Por ejemplo, es relativamente normal que el Guadalquivir alcance a la altura de Andújar un caudal de 1.200 metros cúbicos por segundo, aunque en esta ocasión se haya llegado a 2.000. En el año 61, según nuestras estadísticas, sucedió lo mismo. Si no hubiésemos contado con la red de embalses, el caudal alcanzado habría sido mucho mayor.

-Y los cauces, ¿Estaban suficientemente limpios para hacer frente al temporal?

-Si los cauces hubiesen estado tan sucios como se dejaban hace décadas, nos hubiésemos encontrado con un problema muy serio. Continuamente se trabaja en su limpieza, lo que ocurre es que limpiar algunos es extremadamente difícil. Aun así, podemos afirmar que habitualmente, y también de cara a las lluvias, los cauces de los ríos de Jaén estaban aceptablemente limpios.

-Hay sectores que exigen que, para evitar situaciones similares en un futuro y tener más agua embalsada, se construyan más pantanos.

-En la cuenca del Guadalquivir difícilmente se pueden hacer más presas y pantanos. Está prácticamente cerrada. Y lo dice un ingeniero persista, que ha participado en la construcción de algunos de los embalses más importantes de Jaén.

-¿La presa de La Cerrada de La Puerta es una excepción a esta política hidráulica que cierra los ojos a nuevos embalses?

-No es una excepción, sino una alternativa. Es, junto a las cuatro balsas de regulación previstas, el modo de almacenar agua una vez que se desechó el proyecto de Úbeda La Vieja, que pretendía almacenar más de 600 hectómetros cúbicos. Se estudiaron varias posibilidades, como incrementar la capacidad de los embalses ya existentes con los recrecimientos de las presas, las balsas de regulación y proyectos como La Cerrada.

-No es nada nuevo, ¿entonces?

-Ni mucho menos. En el proyecto se trabaja desde años. Y mucho antes de que se produjera el traspaso de competencias sobre la gestión del agua desde el Estado a la Comunidad Autónoma. La presa de La Cerrada es una alternativa factible para seguir almacenando agua del Guadalquivir. Estará entre Pozo Alcón y Huesa, en la zona alta del Guadiana Menor, más abajo del Negratín. Cogerá agua del Fardes y el Guadahortuna, y podrá almacenar unos 289 hectómetros cúbicos. En el paraje donde se hará se dan varias circunstancias como son la gran cerrada natural de caliza, el hecho de que las obras no causen una incidencia poblacional ni demasiado importante si se refiere al medioambiente, ya que se trata de un paisaje lunar a base de yesos. Lo importante de este proyecto es que se ha logrado el consenso y que lo más probable es que pronto esté presupuestado.

-¿Por qué se retrasa tanto la obra de la balsa Llano del Cadimo?

-No es que haya un retraso grave, pero sí se han ralentizado las obras por las lluvias de este año, y por el terreno tan complicado que nos hemos encontrado, compuesto de yesos y arcillas. Con esta tierra, esta estructura hubiera sido imposible de hacer hace 30 años, y ahora lo es. También han aparecido importantes restos arqueológicos romanos, visigodos, medievales. En ellos han trabajado más de 30 arqueólogos, dependientes de la Delegación de Cultura, que es quien deberá decidir sobre estos restos.

-¿Pero, cuándo estará lista?

-Si el tiempo nos deja, en 2012.

-¿Y la de Siles?

-En ella ya se ha terminado el túnel aliviadero, compuesto de hormigón, y vamos a empezar a hacer el cuerpo de presa, que es más sencillo que el de Llano del Cadimo.

-¿Cuándo empezarán a regar los agricultores de las vegas bajas de Mengíbar?

-Las obras están avanzadas en el sector 1. Se están haciendo dos balsas de bombeo que cogen agua del Guadalquivir y almacenarán 60.000 metros cúbicos de agua, de los que se beneficiarán 800 hectáreas. También están a punto de licitarse los sectores 2, 3, 4ª, 4B, 5 y 6, entre Mengíbar y Marmolejo, Villanueva y Andújar. En total se beneficiará a 13.000 hectáreas.

-Finalmente serán otros los que decidan qué chalés se tiran en Los Puentes...

-Los deslindes están hechos desde hace mucho tiempo, pero no es a la Confederación Hidrográfica a la que corresponde ejecutarlos. Tampoco la presa de laminación. Aun así, con los deslindes realizados, que no es otra cosa que delimitar qué terreno privado está más cerca del cauce del río del que debiera, los propietarios saben perfectamente en qué situación se encuentran sus posesiones.

-Si ya no hay competencias en la zona, ¿por qué sigue el sistema de alarmas a cargo de la CHG?

-Es una cuestión meramente formal. El único paso que nos queda es entregar formalmente al Ayuntamiento de Jaén el sistema. Mientras no lo hagamos, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sigue interviniendo. De todos modos, hay que tener en cuenta que, quien realmente explota el sistema, es el Cuerpo de Bomberos. No en vano, es en sus instalaciones desde donde se dan las alarmas.

En todo caso, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, tenga o no competencias, siempre va a colaborar con el Ayuntamiento y con la Agencia Andaluza del Agua en casos de emergencia y en cualquier otra cuestión referida a los ríos y su amenaza a Los Puentes.

-¿Hay que tirar la presa de Marmolejo?

-Eso ahora es competencia de la Agencia Andaluza del Agua, y no de la Confederación. Desde que se fijó el traspaso de responsabilidades, cualquier decisión relacionada con la gestión de los embalses o del agua de la Cuenca, corresponde a la Junta de Andalucía. Desde la Confederación estamos, por un lado, para continuar con las obras hidráulicas en marcha, para comenzar otras nuevas y, por supuesto, para colaborar estrechamente con la Administración andaluza.

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