El V Elemento de Segura, al borde del abismo

Hace más de una década que en esta provincia se pronunció por primera vez el nombre de 'V Elemento' de la Sierra de Segura para hablar de uno de los proyectos turísticos más ambiciosos de cuantos se han planteado en Jaén. Pero sólo fueron palabras hasta que en 2005 se puso en marcha la Fundación Patrimonio de Segura, formada por los trece ayuntamientos que componen la comarca de la Sierra de Segura, la Diputación Provincial, la ADR, la Caja Rural de Jaén y la entonces Caja de Jaén, ahora Unicaja. Esta Fundación se encargaría de construir en tres años y gestionar los catorce espacios museísticos o centros de interpretación que se crearían en una de las comarcas con más dificultades económicas. El objetivo último del plan era, por tanto, diversificar la economía de la zona y apostar por el turismo.

Tal y como estaba previsto, la Fundación echó a andar con una aportación anual de cada patrono y con la inestimable ayuda de la Junta de Andalucía, que desde el principio dio cobertura al proyecto y lo financió con 2,4 millones de euros (el 75% de la inversión total, ya que el 25% restante lo asumía la Fundación).

Pues bien, cinco años y muchas promociones después, el balance es el siguiente: De los 14 museos, sólo cuatro están abiertos en un horario fijo para cualquier turista que quiera visitarlos; otros dos llegaron a abrir sus puertas y han tenido que cerrar porque no hay fondos para su mantenimiento; otros siete están en construcción, y de ellos, al menos dos llevan con las obras paralizadas más de un año. Y uno más está abierto, pero sólo funciona fines de semana o cuando se concierta una cita para ir a verlo.

El V Elemento y sobre todo su Fundación están al borde del abismo. El presidente de la Fundación en estos momentos y alcalde de Beas de Segura, Sebastián Molina (PSOE), reconoce que, aunque en un principio la intención era que la Fundación gestionase todos los espacios temáticos, hace algo más de un año que se decidió, «con el visto bueno de todos los patronos», que la Fundación sólo se quedara con los espacios rentables y que los ayuntamientos se hicieran cada uno cargo de sus museos.

Los únicos dos espacios rentables en estos momentos son el centro de interpretación del castillo de Segura de la Sierra y los Oficios del Bosque de Siles. Este último municipio, gobernado por el PP, se negó a ceder la gestión, con lo que la Fundación a día de hoy sólo gestiona el castillo de Segura. El presidente de la Fundación reconoce que estaban a la espera de recibir una nueva ayuda de la Junta de Andalucía para que la Fundación iniciara una nueva fase, en este caso, de promoción de todos los espacios pero que, «a pesar del esfuerzo que se ha hecho por parte de la Junta, no hay nada decidido».

Molina tampoco desmiente que la Fundación pueda desaparecer en los próximos meses. «No hay decisión al respecto, estamos pendientes de convocar una nueva reunión del patronato (antes de que acabe el año) para informar de la situación y, por lo pronto, no se ha tomado ninguna decisión».

El caso es que la pelota se ha pasado a cada uno de los ayuntamientos de Segura, una comarca con importantes carencias, a las que hay que sumar los malos tiempos actuales. Eso supone que cada ayuntamiento está haciendo lo que puede: abrir algunos días o bajo cita previa para ahorrarse un sueldo mensual, dejar las obras a medias o buscar otras ayudas para conseguir terminar el proyecto.

Pueblo por pueblo

En Segura de la Sierra había dos proyectos. El castillo, que es rentable por cifra de visitas, y el Museo del Aire, en la pedanía del Robledo, cuya construcción ahora corre a cargo del Plan Activa Jaén.

En Beas de Segura, el museo de la Villa Vieja abre, según confirma su alcalde, los fines de semana, puentes o cuando lo visita algún grupo, aunque en la página web del municipio se anuncia que está abierto de miércoles a domingo todas las tardes.

El de Siles, los Oficios del Bosque, también es rentable (el año pasado recibió 12.000 visitas) y lo gestiona el Ayuntamiento. Su alcalde, Francisco Javier Bermúdez (PP), asegura que se alegran de no haberlo dejado en manos de la Fundación que «está sin fondos y al borde de cerrarse».

En Orcera, el espacio temático sobre la provincia marítima llegó a abrirse y se cerró porque, según palabras del alcalde, Gregorio Linares (PP), «la Fundación no podía pagar los 300 euros de la persona que abría los fines de semana».

En Arroyo del Ojanco, el museo sobre la cultura romana sí se abre de miércoles a domingo en horario de tarde. En Puente de Génave el museo también funciona porque es al aire libre, el torno al río Guadalimar y no necesita mantenimiento.

En Génave, el museo de la agricultura ecológica se abrió y ahora está cerrado. En la cooperativa, donde se encuentra ubicado, dicen que si va un turista debe llamar por teléfono antes para que haya alguien por allí que le abra la puerta para ver el museo.

En Hornos, el planetario, uno de los espacios más ambiciosos del programa, lleva meses prácticamente terminado pero sin inaugurarse. En Benatae, la alcaldesa, Francisca Espinosa (PSOE), reconoce que las obras del museo etnográfico llevan paralizadas desde 2009 por falta de presupuesto. Lo mismo ocurre en Torres de Albanchez con el museo de arqueología.

Nuevo proyecto

En Santiago Pontones, el proyecto del museo de arte rupestre se ha reconvertido, según explica el alcalde, Pascual González (PSOE), en un una especie de casa de la cultura, que albergará un espacio dedicado a esa temática.

Y en Villarrodrigo y en La Puerta de Segura los ayuntamientos están a expensas de que llegue una partida la Diputación, a través del Plan Operativo Local, para terminar las obras de sus museos sobre las defensas de la frontera y los ritmos de la naturaleza, respectivamente.