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ANDREA G. PARRA
Miércoles, 25 de febrero 2015, 01:16
Grandes premiados. Buenos discursos. Objetivos y compromisos firmes. El Consejo Social de la Universidad de Granada (UGR) entregó este martes sus premios a cinco grandes investigadores y también fue reconocida Cetursa. Los científicos tomaron la palabra y lo hicieron para impartir magisterio. Hablaron de sus trabajos y fueron reivindicativos.
Los premiados en la modalidad de jóvenes investigadores fueron Salvador García López, profesor del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial; y Esteban Romero Frías, profesor del departamento de Economía Financiera y Contabilidad. En el caso de centros de investigación -fallado ex aequo- fue para el grupo de investigación de Ingeniería Tisular (CTS-115), que lo recogió Antonio Campos; y el Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, que recibió Miguel Ángel Losada. En la modalidad de instituciones y organizaciones se reconoció a DNA-Prokids, del que está al frente el profesor José Antonio Lorente. En el caso de Cetursa estuvo María José López.
El presidente del Consejo Social de la UGR, Gregorio V. Jiménez, presidió el acto y tomó la palabra al final. Apostó por la necesidad de un pacto nacional por la Educación. Disertó sobre la importancia de invertir en investigación, desarrollo y transferencia. Y no se olvidó de la necesidad de construir modelos a largo plazo y no cortoplacistas como hasta ahora.
El rector de la universidad granadina, Francisco González Lodeiro, hizo un discurso cargado de contenido. Repasó la historia de la universidad española en general y no eludió cuestiones de candente actualidad como las declaraciones de la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, sobre que el sistema universitario «no es sostenible». González Lodeiro sostuvo que no es sostenible sino se sabe dónde quiere ir. Y puntualizó que no lo decía solo por el Gobierno actual.
Antes, González Lodeiro habló sobre cómo la universidad española no se diseñó como una universidad investigadora sino docente. Qué pasó en la guerra, qué parones hubo y cómo en los últimos treinta años ha habido avances, pero queda mucho por hacer, fueron algunos de los conceptos y etapas abordadas.
Fue, además, contundente al referirse a la pérdida de capital humano en los centros universitarios. Sostuvo que la muerte de la universidad «no va a ser por falta de fondos sino por la no incorporación de jóvenes investigadores». Valoró este asunto como el talón de Aquiles de la institución académica.
Precisamente a la emigración de jóvenes investigadores se refirió Salvador García. Dedicó el premio, entre otros, a sus doctorandos que «hoy -por este martes- no están aquí porque se han tenido que ir a otro país». Lo han hecho porque no hay dinero ni contratos. Dijo que se invierte en formar a un doctor más de 200.000 euros y después se van, con expedientes brillantes, fuera de España.
Esteban Romero defendió la cultura digital, el valor de lo público, recordó a los recientemente desaparecidos Paco Muñoz y Juan Carlos de Pablos, y desgranó su trayectoria en la universidad, en la investigación y en su proyecto GrinUGR, que ha crecido de manera independiente y es reconocido en la actualidad por miles de personas.
El grupo de investigación de Ingeniería Tisular es todo un referente a nivel nacional e internacional. Ha generado, por ejemplo, patentes vinculadas a terapias avanzadas de titularidad pública a favor de la UGR y del Servicio Andaluz de Salud, respectivamente. Antonio Campos relató el trabajo diario de los científicos de su grupo y de las muchas personas que todos los días trabajan por construir. Valoró que eso es España y «no los que aparecen muchos días en las portadas de periódicos». Agradeció el apoyo institucional y personal. Citó a Cajal y lo actualizó: «Veo a través de cada moneda recibida a los contribuyentes que nos pagan».
Crítica a las privadas
Por su parte, el profesor Losada reivindicó el papel de los institutos de investigación, que pidió que se regulen y doten de normativa y recursos. Aludió a que las universidades que están en los primeros puestos en los rankings como el de Shanghai cuentan con institutos bien reconocidos y definidos. También criticó el avance de las universidades privadas en España.
José Antonio Lorente, que ha conseguido junto a su equipo llevar DNA-Prokids a numerosos países, se acordó de su maestro Enrique Villanueva. Si el resto de ponentes hablaron de la importancia de la investigación, transferencia. Lorente no se olvidó de que la universidad debe ser consciente de los problemas de la sociedad. En su caso con DNA-Prokids lo hacen ocupándose de la identificación de niños robados... «Con la Ciencia se está dando soluciones desde Granada», dijo. Y por último añadió: «Ojalá que seamos capaces de mantenerlo». La UGR lo apoyará para el Príncipe de Asturias.
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