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A. G. P.
Sábado, 27 de junio 2015, 01:16
Un estudiante brillante. Un estudiante libre. Con esta última frase -la primera la ponen sus resultados académicos- se despide Víctor José Zamora Castro en un correo en el que aporta algunos de sus datos. Este joven, que aún no tiene 18 años, ha conseguido un diez en todas las asignaturas de la Selectividad. Su Bachillerato también fue de diez. Es un alumno de matrícula de honor, o lo que es lo mismo, el estudiante con la mejor nota en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
Tiene un diez 'absoluto' en la fase general. Al hacer la ponderación con las materias de la fase específica también tiene la máxima calificación, que es un catorce. Hizo Matemáticas II y Física y logró un diez también en cada una. Le ponderan con la máxima puntuación en el grado de Matemáticas y Física, que va a hacer en Madrid.
Víctor Zamora y su familia están muy contentos. Realizó la Educación Primaria en el centro público Doctor Jiménez Rueda de Atarfe. Hizo Primero y segundo de la ESO en el centro concertado Juan XXIII del Zaidín y, por último, lo que resta, en el instituto público IES Generalife de Granada.
Para lograr estas notas, ha tenido que sacrificarse y ser constante. «Yo no he parado hasta que considerase que controlaba en su totalidad la cuestión tratada, es decir, hasta que no me sintiese plenamente seguro. ¿Consecuencia?: pues que para algunas cosas basta un vistazo, pero para otras materias, dada su diversidad, nunca se podría parar. ¿Horas? Pues para prepararme la Selectividad he echado una media de ocho horas todos los días durante las dos semanas previas a la prueba», confiesa a este periódico.
Y agrega un consejo: «Es necesario descansar y eso lo tenía en cuenta: en balance general, se saca más provecho estudiando tras un descanso que empleando ese mismo tiempo en seguir estudiando».
Física, la preferida
No duda al decir que su asignatura preferida es la Física. Y luego, Tecnología y Matemáticas. «Dicho así pudiera parecer que soy un hombre de ciencia y no más, pero considero esencial la lengua, el lenguaje y la sintaxis, y sobre todo la Filosofía, paradójicamente, la responsable de mi elección del doble grado», relata este joven con un lenguaje exquisito. «Lengua es la asignatura más compleja y no precisamente porque el Bachillerato de Ciencias no haga tanto énfasis en las letras. Mientras que en Ciencias, los resultados cuadran o no, en lengua la perfección, sin tener en cuenta a los grandes genios, es inalcanzable; no solo por su carácter subjetivo, sino por la gran diversidad y distintas formas de expresión de la lengua y la literatura. Y por eso último me cuesta creer mi resultado».
¿Y qué han de hacer aquellos a los que las Matemáticas y la Física se les resisten? «Según procedo yo, en Física y Matemáticas hay que actuar con detenimiento y sosiego, e incluso con lentitud a fin de dar pasos firmes. Hasta la cuestión más insignificante ha de tratarse con atención. A mi parecer, el problema de muchos estudiantes es que no tienen claras las bases, y en estas dos disciplinas, si los cimientos no están claros, todo se viene abajo. Ciertamente se pueden enfrentar a ejercicios complejos, pero las grietas de los cimientos asoman rápido en la vivienda. Por eso recomendaría que se revisase el temario de cursos anteriores con mucho detenimiento y sin pensar que algo es insustancial, pues todo ha de comprenderse perfectamente», afirma. Por otra parte, «no solo basta la teoría, hay que hacer muchos ejercicios para consolidar lo aprendido, de hecho, en estas dos ramas invierto cuatro veces más tiempo en la práctica que en la teoría».
Víctor también tiene palabras de agradecimiento para sus profesores. «En este centro hay profesores que me han marcado totalmente, me han apoyado y me han abierto perspectivas de la realidad revolucionarias en mi formación personal. En 4º de la ESO me hicieron descubrir la ciencia; en 1º de Bachillerato, las letras; y en este último año me han llevado a la síntesis de ambos campos». Para sus padres, que son maestros, tiene también un recuerdo porque dice que, entre otras muchas cuestiones, le han encaminado en los hábitos de estudio.
Universidad
De la Universidad lo que le preocupa es el ritmo que requiere el doble grado. «El plan de estudios asusta a la vez que me entusiasma por lo desconocido. Yo daré todo lo que pueda de mí y más teniendo en cuenta que me voy a dedicar a lo que realmente me gusta», asevera. En el futuro desea dedicarse es a la investigación. «De pequeño siempre me gustaba desmontar mis juguetes para ver cómo funcionaban; ahora mi pasión es 'destripar' la realidad, y en tanto que mi juguete es el mundo, la investigación, más que un trabajo, sería para mí un juego. Reconozco que es un campo que no cuenta con mucho respaldo en España, pero iré allá a donde haga falta».
Antes, este verano, su agenda está repleta. «Por lo pronto tengo planeado dos o tres viajes con mis amigos, los cuales me han apoyado mucho; me he marcado una ruta en bici por la costa de Granada y Málaga; quisiera ver a Contador en Francia ganando el Tour; y aunque a algunos le parezca de chalados, me voy a leer un tocho de Filosofía del Lenguaje, a mi entender, clave para poder pensar con rigurosidad». Sus aficiones son la lectura, el ciclismo, el senderismo, la electrónica, la física y estar con sus amigos.
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