Filtran nuevos detalles de la autopsia a los jóvenes muertos en el pantano de Susqueda

El pasado martes fueron localizados en el pantano de Susqueda los cuerpos de los dos jóvenes desaparecidos el pasado 24 de agosto. Los investigadores tienen sumamente claro que fueron asesinados y que, posteriormente, fueron lanzados al agua con la intención de hacerlos desaparecer. Presentan signos de violencia notorios. Paula, de 21 años, presentaba una fuerte contusión en la cabeza además de un orificio causado por un arma de fuego. Ya se reconoce la presencia de una pistola o similar como arma homicida, aunque se está a la espera de la identificación oficial de los cadáveres. Todos los indicios, incluido el reconocimiento facial, apuntan a que se trata de Marc y Paula.

Según recoge ‘El Periódico’, los investigadores de la Unidad de Personas Desaparecidas de los Mossos d’Esquadra interrogaron a una persona que se encontraba en el pantano durante el día de la desaparición. Confesó haber escuchado de lejos una pelea, llegando a escuchar gritos y disparos. El testimonio apunta, en primer lugar, a “una ráfaga de tres o cuatro disparos, luego un grito desesperado y un último disparo”. Después, llegó el silencio.

Todo está siendo un gran misterio. No se descarta que Marc, el joven de 23 años de Arenys de Munt, recibiese varios disparos en lugar de puñaladas, o quizá ambas. Su cuerpo fue localizado completamente desnudo y flotando no muy lejos de la orilla del embalse. Tenía una mochila enredada entre sus brazos, emplazamiento al que pudo llegar por el movimiento del agua. El asesino o los asesinos colocaron la mochila con sus pertenencias y con una piedra de grandes dimensiones en su interior para que mantuviese el cuerpo bajo agua.

Por su parte, el cuerpo de Paula se encontró en una orilla, fuera del agua. Las autoridades creen que su cadáver salió a la superficie por el descenso del nivel del pantano. También estaba desnuda. Las sospechas apuntan a que también se llevó a cabo una práctica idéntica con ella con otra mochila y otra piedra, pero no se han encontrado por ahora.

Hoy se desconocen las causas de este doble crimen. Quizá vieron algo que no debían. Quienes suelen visitar la zona afirman que se han llevado algún susto casual al coincidir con pescadores furtivos de Europa del Este los cuales llegaron a proferir amenazas. También se señala a la existencia de personas marginales en lugares próximos.

Lo que sí parece quedar descartado es que el homicidio se viese motivado por un robo. El Opel Zafira con el que accedieron al lugar apareció hundido a siete metros de profundidad. En su interior se encontraron enseres personales, documentación y alguna ropa. Por ahora no se ha procedido a la identificación oficial, pero existen indicios claros para reconocer que se trata de los dos jóvenes que tuvieron un triste final.