Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
fran justicia
Sábado, 17 de septiembre 2016, 10:31
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El amor no ha muerto, aún hay personas en el mundo que creen que se puede amar de verdad a otra persona, personas como estos dos ancianos de Carolina del Norte, Estados Unidos, que fallecieron juntos en la misma habitación del hospital en el que estaban internados, el mismo día y dándose la mano, tras 59 años de matrimonio.
Los protagonistas de esta tierna y emotiva historia fueron Don Livengood, de 84 años, y Margaret Livengood, de 80. La pareja contrajo nupcias en Rowan County, Carolina del Norte, un 15 de junio de 1957, justo el día del cumpleaños de ella, después de haberse conocido en la compañía en la que ambos trabajaban. Desde aquel lejano momento nunca se habían separado y habían mantenido viva la llama del amor, quizá por ello fue que decidieron llevar hasta el final la famosa frase, Hasta que la muerte nos separe.
Tras varios meses de idas continuas al hospital porque uno de los dos había enfermado, la única hija del matrimonio se mudó con ellos para que ninguno estuviera solo. Sin embargo, los padres conscientes de que su hija debía vivir su vida, lo tuvieron claro, era momento de marcharse.
Un día todo se precipitó, Don llegó al hospital con una fibrosis pulmonar por la que prácticamente no podía respirar, mientras que su mujer, Margaret, había sido diagnosticada con cáncer un mes antes, el cual ya se le había extendido. Así, el mismo día que fueron internados, los trabajadores del hospital facilitaron todo para que ambos pudieran estar juntos, y finalmente Margaret tomada de la mano de Don murió a las 8 de la mañana, mientras que horas después a las 17:00 horas de la tarde lo hacía Don.
La historia ha conmovido a medios internacionales y también a los doctores del hospital, Este es uno de esos casos que no creo que vayamos a olvidar nunca. Ver a estas dos personas que han pasado juntas toda su vida, juntas en la misma habitación mientras dan su último aliento... Ninguno de nosotros va a olvidar esto", aseguraba uno de ellos, y es que sin duda esta historia demuestra que en la vida vale más tener a quien amar que cualquier otra cosa en el mundo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.