¿Por qué 'Siri', 'Alexa' o 'Cortana' son todas mujeres?

Si se les pregunta cuál es su sexo responderán que no se definen con ninguno, pero son las mujeres más conocidas del mundo tecnológico. 'Siri', 'Alexa', 'Cortana'... las inteligencias artificiales (IA) son siempre femeninas, incluso cuando no tienen nombre de tal ('Google Assistant'). Algunas permiten cambiar el tono para disfrazar esta realidad, mientras que otras han sido desarrolladas exclusivamente para emular a la mujer, como reconocieron los padres de 'Alexa', el asistente virtual de Amazon.

Los operadores de voz potenciados por Inteligencia Artificial están en auge, y la voz femenina es una constante no solo en los que ya están aquí, también en los que vienen. En el MWC de Barcelona de este año, Telefónica presentó 'Aura', una ciber ama de casa que pretende hacer llegar a todos los hogares y que se encargará de automatizar la totalidad de tareas domésticas, desde regular el termostato o cambiar de canal en el televisor a controlar las finanzas familiares. Carrefour anunció hace unas semanas que está trabajando con Google para dar vida a 'Lea', una asistente que se encargará de las compras, y según 'The Guardian', Spotify va por los mismos derroteros.

La razones que llevan a esta predilección por el tono femenino son una incógnita, aunque existen ciertas investigaciones al respecto. El resultado de un estudio del profesor Karl MacDorman, de la Universidad de Indiana, especialista en interacciones humano-máquina, demostró que tanto hombres como mujeres tienden a calificar la voz femenina como más «cálida» que su contrapartida. El profesor de Standford Clifford Nass, en su libro 'Wired for Speech', sostiene que «percibimos la voz femenina como una ayuda para resolver los problemas, mientras que la masculina se asocia a la autoridad». Otra investigación del Instituto Nacional de Medicina estadounidense probó que los neonatos prefieren, instintivamente, la voz de sus madres.

El género de una IA no solo afecta a su pronunciación, también a su forma de expresarse. La estadounidense Robin Lakoff fue pionera en los sesenta al abrir el debate del género en la sociolingüística; aunque existen varias teorías, está aceptado académicamente que los dos sexos no hablan igual. Por ejemplo, las mujeres tienden a generalizar la cantidad -'mucho', 'bastante'- frente a la precisión numérica de los hombres. Estas desigualdades también se trasladan a la cháchara digital.

Una tercera vía intermedia parece poco posible. «El género neutro es lo más complicado», señaló para la revista 'Wired' Greg Pal, vicepresidente de Nuance Communications, empresa líder en el sector de las voces digitales con una oferta de más de cien diferentes. Todas ellas se adscriben a uno de los dos géneros binarios. Reconoce que experimentaron buscando otras fórmulas, pero todas sonaban demasiado extrañas. Lo más aceptable fue imitar la voz de un infante sin sexualizar, y ni aun así sonaba del todo creíble.

Que las voces sean femeninas por defecto puede ser también una cuestión de herencia, de las 'chicas del cable' de las vetustas centrales de telefonía, que a España llegaron en 1885. Desde entonces, se ha mantenido como un trabajo casi exclusivamente para mujeres hasta nuestros días. Una búsqueda rápida en Google Imágenes de la palabra 'teleoperador' -incluso usando el género masculino- devuelve en su mayoría fotos protagonizadas por chicas.

Los hombres parecen desterrados de la IA, a pesar de existir algunos bastante conocidos, como 'Watson' de IBM, una cibermente diseñada para ser infalible al Trivial. Pero desde sus orígenes, las inteligencias artificiales han sido mujeres: 'Eliza', creada en 1966 por el MIT, fue el primer 'bot conversacional' de la historia. Sin olvidar que una mujer -Ada Byron (1815-1852), condesa de Lovelace- está considerada la auténtica madre de la programación.