Los cinco consejos para no perder la cabeza con WhatsApp

La aplicación de mensajería WhatsApp ha cambiado en los últimos años la forma de relacionarnos tanto en el trabajo como en la familia y con los amigos. Son muchos los que empiezan a sentirse esclavos de los mensajes que llegan a cada instante a los móviles inteligentes. Como es una pena tener que prescindir de una herramienta tan útil por simple saturación, aquí van seis consejos que te ayudarán a convivir con WhatsApp sin perder la cabeza.

1.Volver a los mensajes cortos y directos.

Es el objetivo para el que fue creada la aplicación. Entrar en conversaciones interminables por chat está bien, pero no es la idea originaria de un WhatsApp que se ideó para avisar de forma rápida a alguien de una novedad.

2. La obsesión por crear grupos.

No hay que dejar que nos añadan a grupos sin pestañear. Si no estamos de acuerdo o consideramos que nos deberían haber avisado antes, se pueden abandonar elegantemente, teniendo en cuenta lo elegante o no de la manera en que hayamos sido añadidos, por ejemplo, al grupo de un cumpleaños con cincuenta personas a las que no conoces en su mayoría. Si ves que no es para tanto, con silenciarlos es suficiente, y, eso sí, eliminarlos cuando terminen su vida útil. El grupo de las vacaciones del verano de 2014 seguramente ya no te sirve para nada. Huye del síndrome de Diógenes en WhatsApp.

3. Cuidado con el doble check.

Las famosas confirmaciones de lectura son un quebradero de cabeza para amantes inseguros y compañeros de trabajo obsesionados con que las cosas vayan más deprisa de lo que pueden ir. Para poder leer el mensaje sin dejar rastro, los teléfonos Android permiten instalar un widget que hace que no salte el doble check al leer. En iPhone se puede mirar el contenido de forma anónima consultando el centro de notificaciones del terminal.

4. Consejos con los emoticonos.

Son muy útiles y han dejado de ser considerados snob o de adolescentes. Sirven para expresar emociones y cerrar conversaciones más allá del muy manido ok.

5. Los mensajes de voz.

También están cada vez más extendidos, ahorran tiempo y, por supuesto, dinero en llamadas telefónicas aunque a veces no se escuchen todo lo limpios que nos gustaría.