Osel Hita, el lama de la Alpujarra

El propio Dalai Lama había dicho que aquel mocoso llevaba dentro el alma del venerable lama. Según publicó este diario, le hicieron unas pruebas y el pequeño alpujarreño las superó todas, así que lo vistieron de rojo color azafrán, le pusieron un gorro amarillo y lo llevaron a la India, al monasterio de Sera. Comenzaba así una vida que quedaría marcada y que estrecharía lazos con el budismo muy pronto.

Tras el fallecimiento del lama Thubten Yesshe en 1984, sus discípulos visitaron el centro budista de la Alpujarra donde trabajaba María Torres, madre del pequeño. Allí, los monjes conocieron a un bebé que parecía la reencarnación del fallecido y se le convirtió en el primer lama occidental previo paso por la India.Osel recibió una educación especial que no impidió mostrar a un niño normal y corriente que prefería jugar a estudiar.

A los 6 años fue entronizado como lama y lo enviaron a Nepal donde sus padres le acompañaron durante un tiempo. Sin embargo, fue algo pasajero y estos acabaron regresando a España. Desde el día en que abandonó el monasterio, Osel se ha dedicado a conocer sitios e intentar buscar un lugar en el mundo que al parecer aún no lo ha encontrado porque no para de experimentar cosas. Ha hecho fotografía, ha estudiando cine, escribe guiones... Se ha convertido en un investigador nato.