Los residentes de la calle Marqués de Comillas entran 'en guerra' con sus «ruidosos» vecinos

Los propietarios de los inmuebles se unen y denuncian ante el Defensor del Pueblo tanto a la discoteca del bajo como al Ayuntamiento

Javier García Martín

Martes, 21 de abril 2015, 00:54

La historia no es en absoluto nueva. De hecho, va camino de cumplir trece años. Tampoco es la primera vez que una comunidad de vecinos se queja por algo parecido, y, con toda seguridad, no será la última. Sin embargo, la proximidad de las elecciones municipales ha abierto a los habitantes del entorno de Marqués de Comillas y General Segura (en pleno centro de la capital) una ventana a la esperanza que, hasta ahora se les ha cerrado en sus propias narices.

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Según lo anunciado por la plataforma almeriense 'Derecho a dormir', en la que se han integrado muchos de los moradores de esos inmuebles, este martes presentarán ante el Defensor del Pueblo Andaluz un escrito para que intervenga ante una situación que califican de «inaplazable» y que apunta directamente al Ayuntamiento de Almería y a su alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Según critican, llevan desde 2002 sufriendo las consecuencias de un popular local de ocio abierto en el bajo que, durante este tiempo, ha cambiado varias veces de nombre y propietario y que, hoy por hoy, sigue en activo aunque con obras.

«Peleas hasta las siete»

«Por un lado está el tema de los ruidos, que llegan a través del patio interior del inmueble y se transmiten a todas las casas», afirma uno de los vecinos que, en conjunto, prefieren mantener el anonimato. Según sus quejas, solo pueden dormir tranquilamente tres noches por semana, las que van del lunes al miércoles. El resto, es un calvario. «Oímos la música, sentimos las vibraciones y soportamos peleas, destrozos y gritos constantemente hasta las seis o las siete de la mañana -lamenta otro de ellos- y cuando conseguimos conciliar el sueño, llegan los operarios de limpieza a arreglar todo con más ruido».

La comunidad posee distintos informes tanto municipales como privados que aseguran que los niveles de contaminación acústica están por encima de los permitidos. Escritos, reuniones con los propietarios y varios de los concejales que han llevado la cartera de Urbanismo en este tiempo (como María Muñiz, Juan Megino o Pablo Venzal) o denuncias obran en su poder: «hemos seguido el camino 'normal', pero no podemos más», afirma una afectada.

Por este motivo, tras denunciar que el Ayuntamiento no les escucha, la plataforma se está reuniendo estos días con los grupos políticos de la oposición (PSOE e IU) y aquellos que no tienen representación municipal, pero que podrían alcanzarla en unas semanas (Ciudadanos y Podemos), con el objetivo de que, si llegan a detentar el poder, les tengan en cuenta. Según recuerdan, el edificio no está «preparado estructuralmente» para esta cuestión. «Cuando se construyó, el local lo iba a ocupar un cine», señalan.

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Por si fuera poco, los vecinos critican la instalación de tres torres de aire acondicionado en ese patio de luces, que añaden decibelios a las molestias acústicas. «Hemos invertido en un acristalamiento doble para que no pase ese ruido, pero en verano esto no es ningún favor», aseguran. Sin embargo, el dinero no es la mayor de sus preocupaciones.

Ansiedad o carretera

Agresividad, ansiedad, problemas de concentración, consumo reiterado de fármacos... La lista de consecuencias es, según citan, amplia. Tanto que, después de colocarse unos tapones e incluso inhabilitar habitaciones que dan al patio interior, los que pueden han optado directamente por irse a dormir a segundas residencias.

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Hasta hoy, el mayor eco a sus reivindicaciones llegó en 2013, cuando tras una denuncia vecinal se descubrió que la empresa que ocupaba el local no tenía los permisos en regla. «Sin embargo, se volvió a abrir en unos meses y con todas las licencias, pese a que seguíamos teniendo las mismas molestias», confiesan.

Además del escrito al Defensor del Pueblo Andaluz, la plataforma registrará también un nuevo texto en el Consistorio para pedir que se supervisen las obras que, en la actualidad, los vecinos afirman que se están acometiendo en el local.

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El Ayuntamiento pide los 'registros' de ruido

  • Fuentes del Ayuntamiento de Almería aseguraron ayer a IDEAL que Urbanismo ya ha demandado a los propietarios del local los registros de los limitadores del volumen de música que, por ley, deben tener recopilados, «dando respuesta a las peticiones vecinales» y tras las «numerosas» denuncias al respecto. Por el momento, el establecimiento no se ha pronunciado, lo que puede derivar en consecuencias mayores como el precintado de su equipo de música o del local. Por otra parte, desde el Consistorio aseguran que la discoteca tiene todas las licencias en regla.

La intención es que, si no se plantea una reforma efectiva, el Ayuntamiento haga uso de los artículos 21 y 22 del Reglamento de Calificación Ambiental, que habilita al alcalde para «tomar las disposiciones correctoras preventivas que sean necesarias», incluyendo la suspensión de actividad del local, para lo que citan jurisprudencia.

«Está totalmente demostrado que las medidas que implantaron los promotores del local y que supervisó el Ayuntamiento de Almería en 2013 han resultado deficientes», afirman. Queda por ver si, ahora, el ruido llega a la Plaza Vieja.

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