Borrar
Responsables sanitarias de la provincia participan en la jornada contra el tabaquismo en la Bola Azul.
Más de 64.000 almerienses quieren dejar de fumar, un hábito cada vez más femenino

Más de 64.000 almerienses quieren dejar de fumar, un hábito cada vez más femenino

Un centenar de personas participa en las terapias de grupo contra el tabaquismo que Salud promueve en la provincia con altas tasas de éxito

Javier García Martín

Sábado, 30 de mayo 2015, 01:59

España es uno de los países de la Unión Europea donde más tabaco se consume y, fronteras adentro, Andalucía es la segunda comunidad con un mayor censo de fumadores diarios. Alrededor del 30% de la población almeriense, de hecho, sigue siendo dependiente de esta adicción, un hábito que es el responsable directo de la muerte de una de cada tres personas que sufre cáncer.

Los expertos estiman, además, que hasta el 80% de todos los tumores malignos de pulmón que se detectan son una consecuencia directa del tabaquismo. «Fumar es la causa más importante de morbimortalidad evitable de los países desarrollados», explicó ayer el delegado territorial de Salud, Alfredo Valdivia, durante los actos de celebración en la provincia del Día mundial sin tabaco, que se conmemora este fin de semana.

Durante los primeros cuatro meses de 2015, 64.605 almerienses se acercaron a sus centros de salud y consultorios para pedir ayuda a sus profesionales con el objetivo de combatir esta adicción, una cifra que en el contexto andaluz supera el millón de usuarios de la sanidad pública (1.182.846 personas, según datos facilitados por la Junta). Ayudar a que lo consigan y, muy especialmente, impedir que alguien se encienda su primer cigarrillo, son los dos objetivos prioritarios para los diseñadores de las políticas públicas sanitarias en la comunidad.

«Con 14 años ya hay chicos y chicas que empiezan a 'tontear' con el tabaco o lo consumen durante el fin de semana», describe a IDEAL la psicóloga Isabel Craviotto Manrique, responsable en el Plan Integral de Tabaquismo en Andalucía (PITA) en Almería. «Cuando cumplan 15, un porcentaje significativo de ellos fumará a diario», añade. Las estadísticas demuestran que en los últimos años se ha retrasado la edad media de inicio en esta droga hasta los 17,9 años en hombres y los 19,4 en mujeres.

Así, en su trabajo preventivo, Salud mantiene un programa contra el tabaco dirigido a los más jóvenes que, durante este curso, se desarrolla en 36 centros educativos de la provincia y llega a 6.733 alumnos.

Más niñas que niños

Craviotto confiesa que una de las primeras acciones que ahí se realizan está en mostrar a los chavales la realidad que rodea al tabaco. «Muchas veces creen que el 90% de la gente fuma y lo ven como algo naturalizado en su entorno», señala la psicóloga. Sin embargo, lo cierto es que solo lo hacen el 13,7% de los chicos y el 17,7% de las chicas, según los datos de la Junta, que habla aquí de una «feminización» del hábito tabáquico. Las tasas generales, de hecho, están cada vez más influidas por esta diferencia: hasta el 25,2% de las mujeres consumen tabaco a diario, lo que comporta un incremento de dos puntos en los últimos años. Los hombres, eso sí, lo hacen en un porcentaje del 36,8%.

«Lo ideal es comenzar a trabajar en la prevención cuanto antes, desde que empiezan la educación secundaria, y hacerlo de una manera trasversal durante todo el año, en forma de goteo en sus actividades», argumenta Craviotto. Ella es una de las técnicas que realizan terapias grupales en la provincia, una novedosa iniciativa que busca aumentar las probabilidades de éxito de quien se lanza a dejar de fumar. Este tipo de intervención avanzada ha llegado este año a 27 almerienses, a los que se suma otro colectivo de 53 personas que participan en este seguimiento mediante terapias individuales.

Terapias de grupo

«El perfil mayoritario es el de alguien que quiere dejarlo de forma breve, que se denomina 'preparado para la acción', o de alguien que lo ha dejado por su cuenta y asiste para paliar los síntomas de la deshabituación», agrega la psicóloga. En la actualidad, parados y jubilados presentan una mayor prevalencia del tabaquismo.

Estos talleres, en los que se procura que todos sus participantes vayan al mismo ritmo, se prorrogan durante media docena de sesiones en las que no solo se habla sobre el tratamiento farmacológico (que varía en función del usuario) o la prevención de las recaídas, sino sobre motivación, la «gasolina» que se necesita para no volver a coger un cigarrillo.

La suma de las terapias psicológicas cognitivo-conductuales y los recursos sustitutivos dan como resultado un 90% de éxito entre los pacientes que colaboran completamente. Y, tras ello, la libertad. Junto con el dinero, la salud y la familia, los usuarios citan esa como su principal motivación para dejar de fumar, el premio más satisfactorio para una tarea de miles de héroes cotidianos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Más de 64.000 almerienses quieren dejar de fumar, un hábito cada vez más femenino