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Ramón Fernández-Pacheco, durante un Pleno municipal
Fernández-Pacheco, el delfín de Comendador para la Alcaldía

Fernández-Pacheco, el delfín de Comendador para la Alcaldía

El desde hoy concejal de Urbanismo y portavoz del equipo de gobierno se perfila como un posible relevo a medio mandato para la regiduría

MIGUEL CÁRCELES

Martes, 16 de junio 2015, 00:59

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador ha inaugurado el reciente mandato con la mirada puesta en el relevo. Lleva doce años al frente de la Alcaldía del Ayuntamiento de Almería -él dijo, al acceder al cargo, que su proyecto era precisamente de doce años-. Y desde hace ya algún tiempo, ronda en su cabeza la posibilidad del relevo. Él nunca se ha referido expresamente a esa posibilidad. Pero en su entorno más directo lo llevan dando por hecho desde hace algo más de dos años.

En esa línea, hace algunos meses su partido encargó una encuesta en la que cuestionaba sobre posibles candidatos a la regiduría. Se preguntaba, entre otros, por Pablo Venzal, el ya exconcejal de Urbanismo y actual diputado autonómico popular. También por María Muñiz (otra de las salientes de la Corporación), el exconcejal Francisco Amizián y el vicepresidente en funciones de la Diputación, Javier Aureliano García.

El mejor resultado lo sacó el propio Comendador. Su altísimo nivel de conocimiento popular y una gestión -que no exenta de polémica- ha estado apuntalada en unas arcas repletas por la venta de los suelos a desarrollar en El Toyo, le mantenían a la cabeza. No le quedó otra que volverse a presentar.

Mientras tanto, el que hasta el momento se había situado como su sucesor natural, Javier Aureliano García -joven, resuelto, curtido en el partido y en el gobierno local- vivía el desapego del entorno de los de Comendador. Su marcha a la Diputación y su cercanía al presidente provincial del PP, Gabriel Amat, con el que los más fieles al regidor capitalino mantienen una distante relación cordial, minaron sus posibilidades como relevo en la Alcadía. A día de hoy, en el organigrama popular todos dan por hecho que recibirá en herencia la Presidencia de la Diputación en tanto en cuanto Amat proceda a un relevo natural -cumplirá en menos de dos meses los 71 años- y ordenado, sin estridencias, sin mar de fondo. Es su objetivo clave para los próximos años de entre las cuestiones internas, también en Roquetas de Mar y en el partido.

Mientras tanto, en Almería y desde hace meses toma cuerpo la posibilidad de que sea Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, un joven abogado de 31 años, el que se erija como sucesor de Comendador. El núcleo duro del regidor ha activado ya, a las claras, la maquinaria para auparle. Desde hoy ocupará la principal cartera del gobierno local, Urbanismo. Y la tarea la compartirá con la portavocía en una doble jugada: la de difundir su imagen y la de aterciopelar la dura y ruda imagen que hasta el momento había impuesto Comendador con Carlos Sánchez como defensor de la gestión local.

Comparte con él, con Comendador, además de su formación letrada y de un apellido compuesto, el pertenecer a familias almerienses de la burguesía tradicional local, el mantener un tono suave en las formas en el discurso, y el no dar una imagen dura o fuertemente conservadora. Y difiere del actual regidor en que no pierde nunca las formas -ni siquiera cuando los debates plenarios se enconan- y que sonríe con asiduidad.

Es, junto a Ana Martínez Labella, de las caras más amables de la Corporación, de las pocas que pueden aportar cercanía y familiaridad al discurso popular en el Ayuntamiento. Y su nombramiento es, con toda probabilidad, un gesto más -junto con el ofrecimiento de Comendador de que los portavoces de la oposición accedan como oyentes invitados a las juntas de gobierno- del nuevo tiempo político inaugurado con la fragmentación del voto, la entrada de nuevos partidos y, sobre todo, de la pérdida de la arrolladora mayoría absoluta popular.

Fernández-Pacheco hereda el área de gobierno, la de Urbanismo, que está siempre en el centro de la picota, de la confrontación política, y que además encara el cierre de un Plan General que ha pasado ya por otras dos manos, las de Juan Megino y las de Pablo Venzal. Se le sitúa en la primera fila en lo que será ante todo un examen de reválida del que dependerán sus opciones de acceder al bastón de mando. Del buen resultado de su trabajo -y de cómo se defienda ante el ojo público como portavoz- puede depender un relevo ordenado y anticipado. No en vano, a finales de año hay elecciones generales, y Comendador podría optar de nuevo al Senado, esa Cámara que todos definen como un cementerio de elefantes.

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