![«No podemos dejar de lado a los niños en la lucha contra el cáncer»](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/pre2017/multimedia/noticias/201508/15/media/cortadas/al-entrevista--490x578.jpg)
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Javier García Martín
Domingo, 16 de agosto 2015, 00:27
Lo reconoce hasta la propia Organización Mundial de la Salud. La palabra cáncer es un término genérico. Tras ella caben miles de caras y de historias particulares de superación compuestas por capítulos diarios, cotidianos, que se van narrando a escala humana. En la cruz, el cáncer es hoy, en todo el mundo, la principal causa de muerte, también en la provincia, donde representa el 26,8% de los fallecimientos.
Rafael Alonso, a sus 21 años, es uno de los rostros más conocidos del Tercer Sector almeriense. Responsable del trato con los medios de comunicación de la provincia de uno de los totems de lo social en todo el país como es la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha conseguido revitalizar el mensaje de la delegación en Almería de esta organización hasta colocarla como referente a escala patria, regenerando de paso la red de salvación sobre la que se despliega la, en ocasiones, avejentada trama de voluntarios que suele acompañar a las entidades más reputadas.
Probablemente, Rafa, como le conoce todo el mundo, hubiera preferido no saber nada de la AECC. Tampoco sus compañeros. Hasta hace muy poco -y esto es algo que también está cambiando gracias en parte al impulso del tabernense-, a esta organización sólo se acercaban aquellos que, directa o indirectamente, tenían que lidiar con esta enfermedad. Y eso, exactamente, fue lo que ocurrió en su caso.
«A mi madre le diagnosticaron cáncer de mama hace 17 años, cuando yo tenía cuatro», señala a IDEAL. «En cuanto pude valerme por mí mismo, siempre la acompañé a las sesiones de tratamiento, de quimio y radioterapia que necesitaba, o cuando se sometía a pruebas nucleares en Granada», explica.
De su conversación emanan dos pistas que ayudan a triangular su retrato: su padre falleció cuando Alonso era aún un crío, mientras que su madre, después de tanto tiempo de combate, se marchó en febrero.
Progresión ascendente
Hace sólo cinco años -cuando tenía 16-, tras experimentar un contacto tan cercano con el cáncer, comenzó a colaborar con la AECC en su localidad, de la que ya recibía atención.
A los meses de convertirse en socio, el ímpetu de Alonso consiguió despertar el interés de la organización, que se decidió a entregarle la coordinación de todo el sector joven de la provincia en una progresión ascendente que le ha llevado a conseguir fundar una docena de agrupaciones en los principales municipios almerienses y obtener para su causa el apoyo de políticos de todas las esferas, además de responsabilizarse de la comunicación de todas las actividades. El pasado noviembre, su labor le valió el reconocimiento de la Junta de Andalucía con el premio 'Almería joven'.
Hoy por hoy, y pese a los últimos acontecimientos familiares, sigue adelante en su tarea. «Entre los más jóvenes no existe una conciencia de lo que es el cáncer», señala. «Muchos de ellos creen que es una lotería y la gente no se cuida, se abusa de la comida basura, las tapas o las bebidas azucaradas y falta el deporte», agrega.
Trabajo desde niños
Entre sus tareas, la concienciación de que una vida saludable ayuda a la prevención de la transformación maligna de la primera célula ocupa la mayor parte de su tiempo. Incluso, predica con el ejemplo. Después de dejar aparcados sus estudios de comercio y marketing para estar con a su madre en sus últimos momentos, Alonso se aplica ahora en obtener el graduado de técnico en conducción de actividades físico-deportivas.
Su última preocupación como voluntario es atender a los niños. «No podemos dejar a esa población de lado en la lucha contra el cáncer», detalla. «Todos tenemos que trabajar con ellos desde que son muy pequeños y transmitirles la importancia de llevar una vida sana».
Según el último balance presentado hace unas semanas por el presidente de la AECC en Almería, Francisco Balcázar, los programas de prevención del consumo de tabaco y alcohol, de promoción del ejercicio, de alimentación responsable o contra el melanoma en 67 centros escolares de la provincia llegaron en 2014 a 10.442 alumnos. Por su parte, el proyecto 'Jóvenes por la salud' contactó con 10.626 personas, y miles más han participado en otra media docena de iniciativas. «Además, nos encargamos de adaptar cada campaña nacional a los jóvenes y sacarlas a la calle», indica.
La de conseguir sensibilizar desde las edades más tempranas es la última meta en una carrera, la de Rafa, reconocida no ya por lo precoz de su inicio, sino por su incansable concatenación de objetivos cumplidos en una progresión con mucho futuro. «En septiembre, después del verano -advierte- volveré con las fuerzas renovadas». La provincia le espera.
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