El Parque de la Estación se agosta y pierde buena parte de sus plantas

El Parque de la Estación, una de las últimas grandes obras municipales abiertas antes de las elecciones de mayo por la penúltima corporación de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, está hoy agostado. Después de unos meses de indudables rigores climáticos, lo cierto es que la docena de especies vegetales allí erguidas han aguantado peor el verano que otros espacios verdes de la ciudad. Siguiendo la estela de lo ocurrido con el Parque de las Familias, la explanada de 20.000 metros cuadrados que une los barrios de Oliveros y Ciudad Jardín presenta hoy un estado que contrasta con la colorida estampa de su multitudinaria apertura.

Prueba de ello es que, en los últimos días, los operarios -desde el Consistorio señalan que el mantenimiento fue una mejora hecha por la constructora- han tenido que arrancar decenas de plantas ornamentales irrecuperables después de que, durante las últimas semanas, según algunos vecinos, se intentara salvar el terreno anegándolo. La densa cubierta vegetal que se prometió es inexistente y sigue habiendo críticas por la falta de sombra. Aunque algunas resisten, una parte sustancial de las especies de mayor porte presenta un deteriorado estado de conservación, con palmeras abrasadas por el calor y árboles de aspecto quebradizo.