MIGUEL CÁRCELES
Sábado, 3 de diciembre 2016, 02:13
Suma y sigue, ADIF añadió ayer un nuevo día negro para su actividad en la provincia de Almería. Y no sólo por el retraso de los dos Talgo matinales -cuyos viajeros llegaron a destino con casi una hora de demora después de tener que transbordar en autobús entre Guadix y Linares- sino porque otros trabajos encargados por la empresa pública estatal en la capital provocaron el corte del servicio de agua en media ciudad.
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El primero de los entuertos ocurría a primera hora de la mañana, a las ocho y media aproximadamente. Entonces, una máquina del servicio de mantenimiento de esta centenaria infraestructura descarrilaba entre las estaciones jienenses de Larva y Huesa, en la línea que recorren los trenes almerienses con destino a la estación de Madrid Chamartín.
La perfiladora -una máquina que revisa y adecenta la base de balasto sobre la que se asientan las traviesas y las vías- impedía el paso a los dos Talgo matinales que enlazan la capital de España y la estación Intermodal. Por ello, ADIF activó el protocolo de emergencia, cursando aviso al Centro de Protección y Seguridad de este compañía y Servicios Logísticos y, a su vez, se movilizaron medios para realizar el encarrilamiento. Mientras tanto, Renfe se vio obligada a articular un servicio alternativo de transporte por autobús entre las estaciones de Guadix (Granada) y Linares-Baeza (Jaén).
El propio trasiego del transbordo y la articulación del plan de transporte conllevó para los pasajeros de ambos convoyes retrasos en los tiempos de viaje estimados que se acercaron a una hora. El tráfico quedaba restablecido hacia las 13 horas de la tarde, siete horas después de que ocurriera el incidente.
Esta misma semana, una avería en el circuito de vía de la estación de Vilches, en Jaén, en la misma línea, obligaba a retrasar otros dos Talgo con origen o destino en Almería. Pese a que la avería se dio por arreglada apenas dos horas después y que no hubo que cortar la vía, el retraso en ambos convoyes también se bordeó una hora.
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Pocas horas más tarde de este primer entuerto, una empresa contratada por ADIF para hacer catas prospectivas en los terrenos situados en torno al paso a nivel de El Puche -catas que servirían para redactar el proyecto de soterrar parcialmente las vías en su acceso a la capital- acabaron de redondear la jornada. Según trasladaron fuentes municipales, estas prospecciones, que se efectúan a una profundidad de metro y medio desde la superficie, provocaron una rotura parcial de la red de distribución de agua en la capital que afectó prácticamente a media ciudad.
Concretamente, según dichas fuentes, la avería provocó el corte total del suministro sobre barrios tan densamente poblados como El Puche, Los Molinos, Retamar, El Toyo y La Goleta. Además, también tuvo afección en los de Nueva Andalucía, San Luis, El Zapillo, La Vega de Acá, Cortijo Grande y Nueva Almería, que vieron como el suministro no venía con la presión adecuada.
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Desde ADIF culparon de la avería a la acción de una empresa adjudicataria de servicios de la compañía estatal y no a personal propio. De hecho, trasladaron que deberá ser la empresa que esté haciendo labores de sondeos o catas las que, a través de su propio seguro de responsabilidad civil, deberán «hacer frente a los gastos de reparación y reposición de lo que se haya podido deteriorar».
La rotura de la tubería, a escasos 200 metros del puente de Los Molinos sobre las vías del tren, se comunicó a los servicios municipales a las 12.30 horas, y la situación no se pudo dar como normalizada hasta las 19.15 horas. Fueron finalmente operarios de la empresa concesionaria del ciclo integral del agua en Almería, Aqualia, los que se vieron obligados a reparar la tubería horadada a mediodía de ayer.
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Averías y retrasos son una realidad perseverante tanto en la infraestructura ferroviaria como en el material móvil utilizado por Renfe en sus viajes hacia Almería, que son -por otra parte- los que más duran entre Madrid y cualquier otra capital de provincia de todo el país. Hace pocos meses, tres averías en cadena en vías y trenes obligaron a los pasajeros de un Talgo entre Madrid y Almería a transbordar en dos ocasiones y provocaron un retraso de unas cuatro horas en su viaje en la situación más rocambolesca de las numerosas que se han dado en los últimos tiempos.
Mientras tanto, las obras de la Línea de Alta Velocidad entre Murcia y Almería están paralizadas y no se planean obras de calado en el decimonónico trazado de la línea convencional desde Linares.
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