Inmaculada Acién
Almería
Martes, 20 de febrero 2024, 16:29
La Junta Directiva de la Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Hortyfruta) ha levantado la voz de alarma ante la situación de precios que está viviendo desde hace semanas el sector hortofrutícola almeriense y andaluz y muestran su preocupación por la campaña de primavera que está a punto de arrancar y que puede verse comprometida de continuar esta laxitud administrativa.
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La Interprofesional reconoce que el clima ha influido en las producciones, ya que se han registrado temperaturas primaverales en pleno invierno, pero también consideran que el mayor hándicap al que se enfrentan los agricultores y comercializadores es la competencia desleal a la que se ven sometidos por las producciones de terceros países, que inundan los mercados europeos sin control por parte de las Administraciones.
La entrada de producciones procedentes de países terceros en situación de desigualdad de condiciones, tanto en cuestiones medioambientales como socio-laborales, está provocando una competencia desleal y desigual con respecto a las producciones andaluzas, españolas y europeas, que se traduce en una reducción de la cuota de mercado de los principales productos.
En el mes de febrero, antiguamente dominado por el sureste español, la competencia procedente de países terceros es ya muy fuerte. Por ejemplo, en berenjena, a pesar de que Hortyfruta representa el 60% del comercio europeo, se puede encontrar en los lineales de los supermercados producto con origen en Turquía. La situación es ya extrema en el caso del tomate. El porcentaje de producto andaluz en la UE y Reino Unido no llega ni al 20 %, mientras que Marruecos de forma directa e indirecta casi alcanza el 40 %, a lo que se debe unir otro 8 % del tomate turco. En calabacín, a pesar de que la Interprofesional andaluza posee una representatividad del 47 %, Marruecos y Turquía aceleran las ventas y ya suponen el 25% del mercado.
Por tanto, las organizaciones miembros de Hortyfruta apuntan a que la única solución plausible es que la Administración reaccione de una vez y controle de forma rigurosa las importaciones de terceros países a Europa como estipulan los acuerdos internacionales rubricados y que se realice una mayor vigilancia desde el punto de vista fitosanitario, para evitar que se comercialicen en la UE productos con residuos de plaguicidas por encima de los límites fijados.
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