Las condiciones climáticas y las plagas evidencian los retos de la producción

Inmaculada Acién

La campaña hortícola en Almería comienza a ganar en volumen y en intensidad con la finalización del mes de octubre, en un entorno marcado por diferencias en los cultivos y fluctuaciones en los precios. Mientras que cultivos como el pimiento y el calabacín han mostrado un comportamiento positivo en cuanto a precios, otros como la berenjena y el pepino han registrado descensos en el mercado. No en vano, en la media noche del jueves 17 al viernes 18 se activaba la Extensión de Norma de Calidad para berenjena larga negra cultivada bajo invernadero en agricultura convencional, lo que solo deja en mercado a las calidades extra y primera. Esta medida busca asegurar que solo berenjenas que cumplan con estrictos estándares de calidad lleguen al mercado, reforzando la competitividad del sector.

Desde la organización agraria Asaja incidieron en que durante el mes de octubre, los agricultores han continuado enfrentando retos significativos. Las plagas como el Thrips parvispinus y la araña roja siguen afectando a la cantidad de la producción. A pesar de ello, algunos precios subieron, como el pimiento y el calabacín.

Desde Asaja realizan una comparativa de los precios de este inicio de campaña con los de la pasada campaña, que arrojan según la organización agraria un comportamiento en aumento, excepto en el calabacín y pepino. El pimiento ha subido de 1,06 euros el kilo en 2023, a 1,33 euros el kilo en 2024; el tomate, también ha aumentado de 0,87 euros el kilo a 1,24 euros el kilo. El calabacín ha registrado un incremento significativo, de 0,88 euros el kilo a 1,56 euros el kilo. Por su parte, la berenjena ha pasado de 0,34 euros el kilo a 0,47 euros el kilo, y el pepino ha mostrado un descenso, bajando de 1,08 euros el kilo a 0,74 euros el kilo.

Estas diferencias en los precios responden en parte, afirman a que la producción este año es menor, debido a las plagas y las condiciones climáticas.

Si bien el mes de septiembre reflejó precios relativamente altos en algunos productos, estos se explican en gran medida por una oferta reducida. No es, por tanto, motivo de celebración, sino un reflejo de los desafíos que los productores están enfrentando.

«El comportamiento del mercado en septiembre, con precios altos, no refleja una mejora generalizada en la situación del sector. Las producciones han sido bajas y los gastos de producción siguen siendo elevados. La rentabilidad para los agricultores aún está en riesgo, especialmente en cultivos como la berenjena, el tomate y el pepino, donde la estabilidad de los precios será la clave para afrontar los próximos meses», señala Adoración Blanque, presidenta de Asaja Almería.

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