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Presencia andaluza en Berlín.
Sostenibilidad: una demanda de la clientela, y una carga administrativa

Sostenibilidad: una demanda de la clientela, y una carga administrativa

«Primero trabajas tu jornada y luego llegas y te pones a rellenar papeles. Ese es el día a día de un agricultor», indica Juan Pérez, corredor en El Ejido

Miguel Cárceles

Almería

Viernes, 9 de febrero 2024, 23:50

«Sostenibilidad». Es la palabra fetiche que ha podido verse en carteles de empresas de logística, de industria cartonera o de cajas y empacadoras, en la producción agraria en invernaderos calefactados con gas, en la industria del reciclaje y en la tecnificada, renovable y limpia industria agroalimentaria almeriense. «Sostenibilidad» para unos y para otros. Ha estado en boca de todos, especialmente después de que en las últimas jornadas la Unión Europea haya dado un frenazo a sus persistentes políticas de reducción del impacto ambiental de la agroalimentación dentro de sus perímetros fronterizos. «Van a desposicionar el sector agroalimentario europeo», avanzaba Imanol Almudí, consejero delegado de Agroponiente, en una charla en su stand.

El sector agroalimentario almeriense tiene la sensación de estar jugando en una liga distinta a la de los terceros países pese a tener que competir en los lineales. Y no pide más que una competición justa: que las exigencias ambientales y sociales que se dan en Europa sean las exigidas a quienes introducen su producto dentro del mercado único. «O eso, o aranceles. Cualquier otra cosa nos maltrata», aporta un alto directivo del sector.

Pero, más aún, estas exigencias desiguales implican a las empresas un sello de intangible perfectamente contable que exhibir a las grandes cadenas de alimentación del norte de Europa que, sin embargo, ha supuesto una losa administrativa en el campo. «Tengo una treintena de técnicos sólo para gestión administrativa de los requisitos impuestos por las administraciones», indicaba Antonio Bretones, presidente de la Cooperativa Agraria San Isidro (CASI). «Primero trabajas tu jornada y luego llegas y te pones a rellenar papeles. Ese es el día a día de un agricultor», indicaba Juan Pérez, corredor en El Ejido y presente en la Fruit Logistica berlinesa.

Almería, con su producción agroalimentaria bajo invernaderos solares y una producción no solo perfectamente trazada sino con una minimizada exposición a agroquímicos y una tenificación de riego tan desarrollada que limita el consumo de agua al mínimo indispensable se ha reivindicado en Berlín como la agricultura a imitar.

«El sector ha acogido [las medidas de sostenibilidad] con buena forma y lo ha puesto en funcionamiento, pero lo que queremos es igualdad de oportunidades, de condiciones con respecto a otras zonas geográficas. Tenemos la obligación de poner en valor todo lo que se está haciendo. La agricultura en Almería es una agricultura vanguardista. Nos ha llevado muchas inversiones poner en funcionamiento todas las nuevas tecnologías, toda la innovación que hay y poder ser competitivo. Eso nos permite sacar pecho y poder presumir ante mercados muy exigentes como tenemos», defendía Manuel Gómez, director general deAgricultura de la Junta.

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