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El Gobierno aprueba este martes la eliminación de las mascarillas, que será efectiva a partir del miércoles. I. P.
Covid-19 en Almería | Almería se quitará la mascarilla tras más de 138.000 contagios

Almería se quitará la mascarilla tras más de 138.000 contagios

Tras la aprobación de la norma en el Consejo de Ministros de este martes, los cubrebocas no serán obligatorios en interiores 23 meses después

Daniel Serrano

Almería

Domingo, 17 de abril 2022

Las mascarillas en interiores dejarán de ser obligatorias desde este miércoles, 23 meses y 700 días después de que el Gobierno de España decretase una medida excepcional e inédita hasta entonces con un único fin: reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2.

Un objetivo que, dependiendo a quién le preguntes, lo dará por cumplido –o no– o creerá que todavía es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo a pesar de que el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Sanidad, modificará este martes la norma para que los cubrebocas dejen de ser obligatorios en los bares, en los comercios, en los supermercados, en los colegios y prácticamente en todos los ámbitos del día a día a excepción del transporte público, las residencias de mayores y los hospitales.

Echando la vista atrás, la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 20 de mayo de 2020 justificaba la decisión del Ejecutivo español de imponer las mascarillas en cualquier espacio público, tanto abierto como cerrado, no solo por la alta transmisibilidad de la covid-19, «sino también por la capacidad» que habían demostrado estas «para bloquear la emisión de gotas infectadas, muy importante cuando no es posible mantener la distancia de seguridad».

«Asimismo, es necesario seguir un principio de precaución que permita continuar por la senda de la reducción de los casos de contagio de la enfermedad en nuestro país, principalmente cuando no se dispone de otras medidas como la vacunación», añadía el documento.

Ahora, casi dos años después y con el 90% de la población diana –las personas mayores de 5 años– vacunadas contra el virus, la situación es, según sostienen los expertos, radicalmente opuesta. De hecho, desde el pasado 28 de marzo, la nueva estrategia de vigilancia y control frente a la covid-19 tras la fase aguda de la pandemia solo se fija en la población de 60 años y más, en personas inmunodeprimidas y en mujeres embarazadas.

Situación actual

Almería se quitará la mascarilla tras más de 138.255 casos confirmados a través de una prueba de infección activa (PDIA), es decir, de una prueba PCR o de un test de antígenos realizado por un profesional sanitario.

A estos habría que añadirle los miles de test de autodiagnóstico con resultado positivo que los almerienses adquirieron en las farmacias durante las fiestas de Navidad, cuando la sexta ola –la que más contagios ha provocado en toda la provincia y en todo el país desde el inicio de la crisis sanitaria– se encontraba en todo su apogeo.

Por aquel entonces, hace tan solo tres meses, la provincia llegó a tener más de 35.000 casos de coronavirus activos simultáneamente. Actualmente según las cifras oficiales que maneja la Consejería de Salud y que se publican dos veces a la semana en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), son 1.956 las personas que hay contagiadas en la provincia.

A día de hoy, a diferencia de hace unos meses, los ciudadanos contagiados con síntomas leves o asintomáticos no tienen la obligación de guardar un aislamiento domiciliario y pueden llevar una vida normal tras la decisión de las autoridades sanitarias de 'gripalizar' el virus.

Ello a pesar de que 1.167 almerienses han fallecido desde febrero de 2020 tras haberse contagiado de covid. Las dos últimas muertes se notificaron el pasado martes, último día en el que el Gobierno andaluz actualizó los informes epidemiológicos.

Según los datos oficiales, aunque han perecido personas infectadas de prácticamente todas las edades, la mayoría tenían más de 80 años. Exactamente un total de 534 almerienses superaban dicha edad. No obstante, conviene no olvidar que también han muerto siete ciudadanos en la provincia de entre 20 y 29 años; 14 de entre 30 y 39; 46 de entre 40 y 49 años; y 81 de entre 50 y 59 años, entre otros.

Pese a estas terroríficas cifras, es cierto que la situación epidemiológica es bien distinta a la de hace un año. Ahora el pulso se mide en los hospitales, que desde la tercera ola, afortunadamente, no han tenido que cesar su actividad rutinaria y trabajan «con absoluta normalidad» al cien por cien de su capacidad.

El último informe señalaba que en los centros hospitalarios de la provincia estaban siendo atendidos 47 ciudadanos infectados de coronavirus, de los que solo dos de ellos se encontraban en una unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Unas cifras muy diferentes a las de la fase aguda de la pandemia, cuando llegó a haber más de un centenar de almerienses en estado crítico y más de 400 ingresados simultáneamente.

Una situación favorable que no habría sido posible, según los expertos, sin la llegada de unas vacunas «que han salvado cientos de miles de vidas» en todo el país. En lo que respecta a la provincia, en menos de año y medio se han inoculado 1.571.419 de dosis que han servido para que el 87,5% de la población diana cuente con la pauta completa, es decir, el máximo grado de protección.

En definitiva, Almería, Andalucía y España afrontan desde esta semana una nueva etapa de la pandemia que, si todo va bien, está llamada a ser la que de el portazo definitivo a más de dos años de crisis sanitaria.

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