Amalia Martín, concejala del Presidencia.

«¿Cerramos todos los bares?»: el Ayuntamiento de Almería recurrirá ante el Supremo la condena por ruido

La alcaldesa de Almería asegura que van a «incidir más» a la hora de aplicar la normativa de ruidos aunque tratando de evitar consecuencias para los empresarios hosteleros

Alicia Amate

Almería

Jueves, 12 de septiembre 2024, 23:48

El concejal del PSOE Raúl Enríquez sacó a relucir en el último tramo del Pleno Ordinario de este miércoles –en el turno de ruegos y preguntas– la sentencia del Tribunal Superior de Justicia deAndalucía (TSJA) que condena al Ayuntamiento de Almería por «vulnerar derechos fundamentales» de las denunciantes.

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Una cuestión a la que respondió posteriormente la concejala de Presidencia, Planificación y Proyectos Europeos, Amalia Martín, quien incidió en que este recurso se «ha ganado en primera instancia». «Aquí lo que se pedía era que se cerrara todos los bares», aseguró Martín. «Entonces, ¿qué hacíamos? ¿Cerramos todos los bares?», preguntó la edil popular, llamando al socialista a «ahondar un poquito más» y poniendo en valor los beneficios que los establecimientos de restauración tienen para la ciudad.

Durante la jornada de ayer, sobre este asunto, la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, explicó que el Consistorio recurrirá la sentencia del TSJA. A preguntas de los medios, en declaraciones recogidas por Europa Press, la alcaldesa aseguró que desde el Ayuntamiento van a «incidir más» a la hora de aplicar la normativa de ruidos que, en este caso, se ve perturbado por la actividad de bares, restaurantes y terrazas junto con otros servicios, como la recogida de basuras, aunque tratando de evitar medidas «perniciosas» o «muy perjudiciales para los empresarios de la ciudad».

En este sentido, manifestó que el Ayuntamiento va a velar por «los derechos al descanso que tienen los ciudadanos» pero también «por que se propicie la instalación, la implementación de negocios que generen economía y que generen empleo». Así, recordó la existencia de una ordenanza de ruidos que se aplica «constantemente» cuando «se sobrepasan» los niveles o «se cede la normativa».

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