Ciudad Jardín sale al Encuentro de su Jueves Santo

La tarde desapacible y ventosa también se vivió en las inmediaciones de la Parroquia de San Antonio, en Ciudad Jardín. En la sede canónica de la Hermandad del Encuentro, los nervios estaban a flor de piel. No es para menos atendiendo a los precedentes de esta Semana Santa. Y si ciertamente, no había previsión de lluvia, el viento hizo complicada la Estación de Penitencia de este Jueves Santo. Complicada, per afortunadamente no imposible.

Si hay un momento estelar de este día, que congrega a muchos almerienses a su alrededor, es el Encuentro. Y este año no podía ser menos. Antes de las nueve ya era de noche y en la plaza Emilio Pérez se esperaba el momento mas importante de la jornada. Desde la calle Canónigo Molina Alonso llegó la Santa Mujer Verónica, que, mandada este año por primera vez por Verónica Idáñez y cargada, también por primera vez, por una cuadrilla mixta en un paso a varal. Comienza la liturgia de esta Hermandad. Tras ella, el Señor Nazareno se acerca desde la misma calle y mandado por Francisco Javier Vargas Ramírez en un paso de costal. Al otro lado, desde Reina Regente, aparece Ella, María Santísima de la Amargura, mandada por Belén García Suánez, que va colocando a la Señora.

En una conjunción perfecta y al son de la misma marcha, los tres pasos enfrentados vivieron su momento más importante antes de comenzar las saetas para, después, formar de nuevo el cortejo y enfilar el Paseo de Almería.

Tres tramos de procesión de Jueves Santo. El primero, tras la Cruz de Guía, lo componían nazarenos de túnica, antifaz, peto y capa morada, hábito uniformado en todo el desfile procesional. Al terminar este primer tramo, la recreación del personaje de la Santa Mujer Verónica con el rostro de Jesús reflejado en un paño. Esta imagen y el Sepulcro son las únicas en Almería portadas en varal por el exterior, a estilo malagueño.

El segundo tramo es de Él, el del Señor, Jesús con la Cruz al hombro en una imagen que Martínez Puertas talló en 1943 y que es llevada por 35 costaleros. El Señor es una talla de vestir y su vestidora es la camarera mayor, Carmen Doucet Soriano. El paso, fue dorado por el artesano almeriense Francisco Salas y en él destaca el relicario con los restos del beato Pedro Martín Abad, un presbítero y mártir de la ciudad de Almería. Acompañándolo, la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar.

Para terminar, el tramo de la Señora de la Amargura, la Señora de Ciudad Jardín, la que interpreta el momento del Encuentro de María con su Hijo camino del Gólgota, tal y como narran los Evangelios. Una bellísima imagen que en 1943 elaboró el granadino José Martínez Puertas. Este año el paso de la Señora estrena una nueva fase con tres nuevas capillas realizada en los talleres de Alejandro Borrero, en Sevilla.

La Señora de la Amargura es una Virgen sin palio que, en actitud implorante con las manos abiertas, mira al cielo. Vestida con saya de color grana y adornada con bordados en oro fino y sedas de 1931 y manto de procesión en terciopelo azul con flecos dorados estrenado en 2018, en la Salida Extraordinaria del 75 Aniversario de bendición. Cada año la viste Juan Rosales.

En el cortejo de este Jueves Santo se pudo ver cómo se han restaurado todos los portaestandartes de esta Hermandad, modificando su estructura para hacerlos menos pesados de lo que eran anteriormente. Se han vuelto a platear los portaestandartes y los báculos. Se trata de una Hermandad que trabaja y que lucha a día a día por continuar con la multitud de los proyectos que tienen entre manos, y que cada Jueves Santo llenan de devoción las calles de Almería.

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