![Elegancia, madurez y Resurección frente a la lluvia](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/03/31/resucitado.jpg)
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Aroa García
Almería
Domingo, 31 de marzo 2024, 15:05
Estrenaban el frontal tallado del paso. Estaba todo preparado en la carpa que la Hermandad coloca en el jardín de la parroquia de Montserrat. Es Domingo de Resurrección y el Señor de la Vida, la imagen que este año ha recordado con el Cartel Oficial que lo importante es eso, la Resurrección, esperaba a que fueran las diez de las mañana para salir. Pero a las nueve y media, la lluvia seguía cayendo en Almería, tímida y despacito. Es Domingo de Resurrección, Cristo vive, y era una mañana para que luciera un sol radiante .
La iglesia de Monserrat es el centro del mundo cofrade en esta mañana y, dentro del templo, nazarenos de túnica, capa y capirote blanco con fajín dorado van entrando en el templo parroquial.
Sentados, muy ordenados y tranquilos pero con ese murmullo indiscutible de los niños, los más jóvenes de esta hermandad, que están esperando con túnicas blancas y esclavinas doradas. Charlan y ríen con la inocencia que solo los más pequeños transmiten.
Sigue lloviendo así que la junta de gobierno de la Hermandad se reúne y, un poco antes de las 10 dice que van a esperar, que se va a aplazar la salida hasta las 11. Pero -un dato a tener en cuenta- el diputado mayor de Gobierno recuerda que Cristo ha resucitado, que es día de estar feliz y que hermandad se es y se vive todos los días del año. Infunde tranquilidad y alegría. Algo de lo que estaba llena la iglesia este domingo.
La Hermandad de la Borriquita, fiel al compromiso que adquirió el Domingo de Ramos, viene representada por su hermano mayor y tres nazarenos, ademas de un infante que porta en un cojín la llave que abrió la Semana Santa hace ya siete días. En la iglesia de Montserrat, con el cortejo ya allí, el mal día no ha acobardado a los nazarenos, ni a los costaleros; incluso los pequeños han venido para ver como se desarrollaban los acontecimientos.
Va pasando el tiempo. Llamadas, conversaciones, pero en la Iglesia se respira sosiego. El diputado mayor de Gobierno, el hermano mayor y los miembros de la Junta de Gobierno no se desesperan. Los nervios iban por dentro pero la calma para tomar la decisión es lo que se transmite.
La lluvia no amaina y, tras volverlo a hablar, a las 10.30 el diputado mayor de Gobierno toma el micrófono parroquial para dar la noticia que ninguna hermandad quiere escuchar: la estación de penitencia se suspende.
Pero aquí llega el momento grande de la Hermandad, donde demuestran la pasta de la que está hecha esta joven Hermandad, que está poniendo bien los cimientos. Resalta que lo difícil y lo valiente es no salir, que hay que cuidar el patrimonio material pero, sobre todo, el patrimonio más importante de la Hermandad, que es el humano; y vuelve a recordar que Hermandad se es todo el año, que se puede vivir y disfrutar todo el año y que, aunque no han podido ser cofradía, el resto del año se comparte entre hermanos.
Juan Diego Linares, hermano mayor, tomó la palabra y recordó que Jesús murió una vez pero que resucita y está vivo para siempre. Y ese es el motivo de la dicha.
Posteriormente, se procedió al acto de la 'devolución de la llave' por parte de la Hermandad del Resucitado. Dos niños con túnicas blancas pero con distintas las esclavinas: la roja, que recuerda la entrada en Jesuralén, y la dorada, al Señor de la Vida resucitado.
Una Iglesia llena, un cortejo que ha arropado a su Señor de la Vida, una Junta de Gobierno que ha tomado una decisión sosegada y tranquila aunque difícil, unos hermanos que han acudido a su cita y que han aceptado una situación que no les gusta con elegancia y calma. Hoy, la Hermandad del Resucitado ha dado una elección de elegancia y de madurez, de saber hacer las cosas, de enfrentar los problemas con calma y saber estar. Una hermandad que es grande, que va creciendo en número y en enseres y que ha dejado muy claro este Domingo de Resurrección que sabe muy bien lo que hace, que no hace falta muchos años de hermanad para ser maduros y seguros y para otorgar de todo el sentido que tiene el día, que el Señor vive, que el ha resucitado y que no es momento de lágrimas. Hermandad se es todo el año y este Domingo de Resurrección ha dado buena fe de ello.
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