Un ejidense atrapado en Cuzco: «La Embajada solo nos dice que esperemos»

Todo empezó como empiezan unas vacaciones idílicas: con muchos planes por delante. Pero ha acabado con todos ellos hechos añicos por la crisis sanitaria mundial. Carlos Cervilla, de 28 años, ejidense, está a día de hoy confinado obligatoriamente en una pequeña vivienda rural de Cuzco, en Perú. Y lo malo es que aún a estas fechas, una semana después de encerrarse en la otra punta del globo, sigue sin saber cuándo podrá volver a coger el avión para España.

«La verdad es que no tenemos ni idea, porque Perú está confinado, los vuelos están cancelados y desde la Embajada nos dicen que están trabajando en un plan de retorno pero que aún no nos pueden decir nada», traslada en una llamada de teléfono con seis horas de diferencia. El ejidense es jefe de cocina en el afamado Restaurante La Costa, en El Ejido. Y había aprovechado sus vacaciones para viajar 16 días a este idílico país a los pies de Los Andes. Todo estaba diseñado al milímetro. Y pese a la laboriosa planificación, todo se fue al garete el domingo 15 de marzo. «El presidente de Perú salió en la tele y decretó el confinamiento». Y desde entonces reside en la casa rural del amigo peruano con el que estaba viajando.

«Por fortuna yo estoy bien, porque aquí me tratan genial.Estoy con la familia de mi amigo en una casa de campo y estamos muy bien. Pero mi familia está muy preocupada por mi», relata Cervilla. Especialmente su madre. «Hablo con ella todos los días y como estoy con una familia que me está tratando genial, pues está algo más tranquila».

Los únicos días en los que ha podido disfrutar del país fue en los primeros, del 11 al 15. Fue en Lima. Desde entonces, todo se bloqueó. «La verdad es que aquí han tomado la decisión muy rápido, la de poner en cuarentena al país. Mucho más rápido que en España, cuando el número de afectados apenas crece de 20 en 20. Pero claro, es que el sistema sanitario de Perú podría colapsar mucho antes que el español», añade.

Desde el confinamiento rural a los pies de Los Andes, Carlos Cervilla espera a saber cuándo podrá volver a casa. «De momento tenemos un vuelo de vuelta a Lima para el día 30. Y ya allí veremos cuándo podemos volver. Pero ahora mismo están todos los vuelos cancelados, también los internos. Y viajar hasta Lima son más de 20 horas de coche porque las carreteras no son precisamente autovías».

Está en contacto con la Embajada –en la que cuesta que le cojan el teléfono– y las indicaciones son muy básicas: seguir los consejos de las autoridades sanitarias peruanas y aguardar consultando a diario las redes sociales de la legación diplomática por si hubiera algún cambio en perspectiva. De momento, no se ha planteado la posibilidad de fletar vuelos de retorno. Y a quienes intentaron volver a España haciendo escala en otros países, se han encontrado con que ahora están confinados en aeropuertos. «Les ha pasado a unos chicos que iban a viajar vía México», relata. Él aguarda en el campo, en Los Andes. Cuando vuelva –sea cuando sea– tendrá una experiencia que no olvidará jamás.