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Unos 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) es lo que se estimó en 1997 que iba a costar el soterramiento de las vías del tren a lo largo de 3,5 kilómetros, desde Torrecárdenas hasta la actual estación. El proyecto es un deseo ciudadano, una causa común de los almerienses, desde mediados de los noventa, cuando Urbanismo comenzó a hacer estimaciones e incluyó la reconversión de los terrenos el en Plan General de Ordenación Urbana, el aún vigente, obra de la entonces concejal del ramo María Muñiz. Por aquellos entonces algunos de los que ahora lucen la medalla que les señala como corporativos, diputados o parlamentarios estaban haciendo la primera comunión o, a lo sumo, estudiando para la selectividad. Que 26 años no es nada –con un proyecto con lago y puerto en tierra en la papelera–.
A día de hoy, la obra está exactamente igual que avanzada que entonces con la salvedad de unos 400 metros embutidos en El Puche que han permitido hace pocos años dar la estocada mortal al antediluviano, indecoroso y muy peligroso paso a nivel de Los Molinos gracias a un pacto tripartito:Estado, Junta y Consistorio.
La obra costó casi 25 millones de euros e incluyó la ejecución de la plataforma de vía en el tramo Río Andarax-El Puche, de 1.625 metros de plataforma para vía doble que permitirá albergar la Línea de Alta Velocidad Murcia-Almería, así como la reposición de la vía de ancho ibérico de la línea Linares/Baeza-Almería y todas las instalaciones de seguridad y señalización que se han visto afectadas por las obras. Su ejecución ha supuesto una inversión de 8,36 millones de euros. Por su parte, las obras de integración del ferrocarril en Almería y de supresión del paso a nivel existente junto a la barriada de El Puche se han desarrollado en una longitud de 1.150 metros con plataforma para vía doble con una inversión cercana a los 17 millones de euros.
Ahora bien, esta actuación constituye solo la primera fase del soterramiento ferroviario previsto en el Estudio Informativo, de forma que, aunque limitado al ámbito mencionado del barrio de El Puche, tiene en consideración la situación futura prevista en el Estudio Informativo para el soterramiento en doble vía en conexión con el Corredor Mediterráneo, resultando por tanto una obra compatible con el escenario final contemplado.
¿Y eso para cuándo?Pues ahí está la duda ahora mismo. Todo está listo para adjudicar el segundo tramo, entre El Puche y la estación. Los actuales socios de la tarea urbanística e infraestructural sellaron un acuerdo político en primavera. El Ayuntamiento hizo todas las tramitaciones burocráticas en cuestión de semanas. Fomento, no solo dio luz verde al contenido del convenio, sino que además licitó la obra para que éstas puedan adjudicarse en menos de dos semanas y comenzar en menos de dos meses. Pero la Junta de Andalucía, tercer socio en este pacto tripartito, no dio su visto bueno administrativo al convenio hasta hace cuatro días y ha mantenido –por el momento– el bloqueo de la adjudicación. Son 197 millones de euros. Casi 34.000 millones de pesetas.
La inversión a realizar por el Gobierno de España y el Ayuntamiento de Almería, a la que se sumará la Junta de Andalucía, encargada de levantar la nueva estación de viajeros, será el proyecto que cierre de una vez la herida que divide a la capital en dos y permitirá que los vecinos que residen al Sur de la carretera de Sierra Alhamilla tengan una interrelación más fluida con el resto del centro urbano.
Con un plazo de ejecución de 36 meses, permitirá que, después de tres años de trabajos, el tránsito entre unos barrios y otros pueda desarrollarse a nivel, desde la zona de El Puche hasta el entorno de la estación, donde el tren volverá a emerger a la superficie. Beneficiará a quienes vayan a pie, pero también al tráfico rodado. El proyecto incluye, de hecho, seis nuevos viales que permitirán la circulación sobre las vías del ferrocarril, dado que estas quedarán soterradas hasta pasada la avenida del Mediterráneo.
Para concluir, se prolongará la calle La Marina a través de un tramo que se situará entre la antigua estación del ferrocarril y el nuevo apeadero de viajeros. En este espacio, que enlazará con la glorieta de Manuel Fraga, se situará la zona de recogida de pasajeros.
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Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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