Humildad y Paciencia como muestra de fe

E ra ya Miércoles Santo cuando una lluvia de pétalos recibía a María Santísima de Gracia y Amparo y a San Juan Evangelista a pocos metros de recogerse en su casa, en su sede canónica, en su barrio. Y en ese momento, todo lo trabajado, todo lo acontecido y todo lo sufrido en la tarde del Martes Santo cobró sentido pues las emociones se podían sentir a flor de piel. Esos pétalos cayendo sobre la Señora aliviaban y reconfortaban.

Y es que el Martes Santo no empezó para esta corporación a las seis de la tarde, cuando se abrieron las puertas del Colegio La Salle Virgen del Mar. Todo el día fue un ir y venir a esa carpa que la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de Gracia y Amparo y San Juan Evangelista monta y en la que tienen sus pasos y sus enseres porque las imágenes titulares están en la capilla del colegio. Hubo mucho que hacer y que preparar en una mañana tan ventosa y difícil.

Una decisión, la de procesionar desde el centro y recogerse en su barrio, que se tomó en 2022 y que a está ya bien acogida por sus hermanos y devotos como muestra que este año, pese a confeccionar mas túnicas, la hermandad se quedó sin hábitos de nazarenos a dos semanas para la estación de penitencia.

A las 18 horas, la comitiva salió a la calle y comenzó su itinerario hacia la SAI Catedral con nazarenos de túnica blanca y antifaz burdeos con el escudo de la corporación bordado al pecho.

El Misterio, el único paso de Cristo que en Almería va con una cuadrilla de mujeres –y que hace un recorrido muy extenso, además– muestra a Jesús de la Humildad y Paciencia, delante, con las manos atadas y ya coronado de espinas que agacha la cabeza en una actitud humilde. Una imagen que transmite sosiego y calma y, sobre todo, aceptación en el momento más duro de su vida. En su paso, dorados por Francisco Salas Frías, la continuación de la fase de la canastilla, un sueño que paulatinamente se va consiguiendo. La música del Señor la puso la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza de Exfiliana, que no solo los acompaña en Martes Santo sino que también se escuchó en el traslado de la Hermandad.

El cortejo continuaba con más nazarenos hasta las mantillas que precedían al paso del palio. En esta hermandad, la Señora no va sola sino que está acompañada por el discípulo amado. La Señora de Gracia y Amparo va en la sacra conversación con San Juan.

La Virgen, que Álvaro Abril viste delicadamente, estrenó ayer una toca de sobremanto donada por una familia de la Hermandad. Además, el paso de la Señora llevaba un exorno de claveles rosas y paniculata blanca entremezclada, tanto en las jarras como en los frisos, que contrastaba con el burdeos característico de los faldones y el manto de la Señora.

Y a sus pies, este año por primera vez, una reliquia con historia. El paso de palio portó durante toda la estación de penitencia una reliquia con los restos auténticos del arca del sepulcro de los santos jesuitas San Ignacio de Loyola, San Luis Gonzaga y San Alfonso Rodríguez. La Hermandad de Coronación estuvo unos meses en la parroquia de San Luis Gonzaga por las obras de su sede Canonica y, como deferencia, en este Martes Santo procesionan esta reliquia, prestada como agradecimiento por la acogida en ese tiempo. Para cerrar la comitiva, acompañando a las dos imágenes estuvo la Banda de Música Huécija-Alicún.

Y llegó el final, con pétalos para despedir a la Señora y Reina de Los Molinos, el final de otro Martes Santo de una hermandad valiente, que trabaja a diario, que lucha por ir cumpliendo sueños, que cada día encuentra nuevas metas, una hermandad joven pero que sabe lo que quiere y hacia dónde quiere ir, una Hermandad que va marcando su camino y que sabe que la Humildad y la Paciencia son señeras y que con esas dos virtudes todo se conseguirá.