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Dos personas bañándose en Las Canales de Padules. Ayuntamiento de Padules
Ríos y pozas se usan sin seguridad, control ni señalización en la provincia

Ríos y pozas se usan sin seguridad, control ni señalización en la provincia

Los almerienses se refrescan en ríos y manantiales en muchas ocasiones sin estar autorizado, a lo que se suma la confusión sobre quién gestiona estas zonas

L. Velasco / N. E.

Almería

Domingo, 8 de septiembre 2024, 22:29

Más allá de las playas, los almerienses buscan otros oasis en los que refrescarse en este caluroso verano. Ríos, pozas, pantanos y manantiales se configuran como opciones para aquellos que quieran darse un baño sin tener que desplazarse a la costa, especialmente desde la pandemia, cuando el turismo de interior dio un empujón.

Sin embargo, no todos estos espacios están adaptados para tal fin y, en consecuencia, los peligros son más evidentes que en las playas, al no contar con medidas de seguridad y señalización adecuadas, y tampoco con socorristas. El ejemplo más reciente se remonta a hace unas semanas, cuando un niño de 8 años de edad perdió la vida ahogado en una poza natural del Paraje del Río, en la localidad granadina de Albuñol .

La normativa autonómica establece que la Consejería de Salud debe elaborar un programa de actuaciones para la vigilancia y control de las condiciones de salubridad de las aguas y zonas de baño, que comunica después a los municipios afectados.

Al inicio de la temporada estival, la Junta publica un informe sobre calidad sanitaria de las aguas continentales andaluzas, que actualiza quincenalmente. En el último, que abarca los primeros 15 días de agosto, establece solamente un punto autorizado en la provincia de Almería por tener un agua con suficiente calidad: la balsa de Cela, un manantial de aguas termales, en el límite con el municipio de Lúcar. La clasificación de este espacio es «excelente» y el agua está calificada como «apta».

El resto de ríos, pozas y demás zonas naturales con agua, que no asciende a más de diez en la provincia, no se encuentran registrados en el censo andaluz, por lo que no están controlados por la administración autonómica sino por los ayuntamientos o, en el peor de los casos, se desconoce. En consecuencia, la mayoría no tiene señalización que deje claro las normas de seguridad y si está o no permitido el baño; además, en ningún caso hay socorristas.

Por otro lado, no está claro quién se encarga del control y gestión de estos espacios, puesto que dependen de la Junta de Andalucía, Confederación Hidrográfica del Sur (CHSE) y/o ayuntamientos, dependiendo del tipo y la ubicación.

Según la normativa vigente los ríos «son de uso común» a no ser que esté expresamente indicada la prohibición de bañarse. En Almería capital, por ejemplo, no está permitido hacerlo en el río Andarax dado el estado de suciedad en el que fluye el agua y, ocasionalmente, los vertidos que la propia población echa a su desembocadura, generando aguas que no son aptas para darse un chapuzón.

Según el director del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, Francisco Muñoz, recuerda cómo la norma no recoge una prohibición expresa de baño en los ríos del parque nacional y parque natural, salvo la limitaciones general de conservación (está prohibido coger fauna, flora, dañar vegetación, vertir residuos, basuras, usar fuego...).

Se dan casos, como el pantano de Benínar, en Berja, que se alimenta por las aguas del río Grande de Adra y la opción del baño está «prohibida»para quienes accedan a este rincón del municipio porque «el embalse no está acondicionado para el baño», según reza el cartel de la Junta de Andalucía. Tampoco se puede realizar actividades náuticas en esta zona y desde el Gobierno andaluz lo consideran una práctica «muy arriesgada» por lo que no está autorizada, excepto a organismos o sociedades deportivas con autorización previa. Lo mismo ocurre en el pantano de Cuevas del Almanzora.

Sin embargo, es en Laujar de Andarax donde se encuentra 'El Nacimiento', a dos kilómetros delcasco urbano nace un manantial del propio río Andarax que hace las delicias de quienes visitan este rincón de La Alpujarra. Lo mismo sucede con Fondón, donde senderistas aprovechan el paso del río para hacer una parada y darse un baño.

Por ejemplo, Las Canales de Padules es un oasis muy transitado en el verano. La Junta de Andalucía lo nombró el 23 de abril de 2019 monumento natural de la comunidad andaluza. Si bien la Junta no realiza su gestión, advirtió en el decreto que hizo público que «es incompatible» bañarse en las zonas que no están habilitadas.

La provincia cuenta con otros oasis como el Río Aguas, en Sorbas; la balsa de las Peñuelas, en Abla; El Aljibe de Fuencaliente, en Serón; el charcón, en Líjar o la fuente de San Ginés, de Purchena. Como recursos de la propia naturaleza, estas zonas no están habilitadas en cuanto a seguridad o señalización para darse un chapuzón. No obstante, siempre hay quien hace caso omiso y prefiere disfrutar de estos espacios que brinda la naturaleza.

Los ayuntamientos, en medio

Al hablar con los ayuntamientos, las respuestas son variadas. Algunos son rotundos a la hora de afirmar que el baño está permitido en sus aguas; otros lo niegan y otros lo desconocen, pero aseguran que la gestión no depende de ellos. Uno de los lugares preferidos por los almerienses en verano es el río Andarax. Cada temporada estival el área recreativa se llena de niños y adultos para disfrutar de este espacio natural. Según ha podido saber IDEAL ALMERÍA, el Ayuntamiento de Laujar de Andarax no tiene competencia en la zona. Sin embargo, no hay una ordenanza que prohiba el baño, si bien, la Junta de Andalucía no tiene este espacio como «apto» para su disfrute acuático.

Por el contrario, el Ayuntamiento de Padules se encarga de su mantenimiento a diario. Antonio Gutiérrez, alcalde del municipio, explica a IDEAL que esta zona es «apta para el baño» y, también, «está señalizado correctamente para todos los que vienen». Durante los tres meses de verano estiman que se acercan miles de personas. Cada sábado y domingo de la temporada estival pueden frecuentar Las Canales de Padules más de 110 vehículos. Eso sí, no hay socorrista que atienda a los que van de ruta.

Igual ocurre en la Sierra de los Filabres, en el municipio de Sorbas fluye el río Aguas y su alcalde, José Fernández Amador, ha confirmado a IDEAL que «no tienen competencia» del arroyo pero sí le consta que hay una zona con «pequeñas pozas» en la pedanía de los Molinos, «donde la gente va a bañarse allí, pero eso pertenece a la Junta de Andalucía, nosotros no tenemos competencia en ese ámbito».

En este manantial que se forma en la zona no hay medidas de control ni el agua está tratada al considerarse un espacio natural, todo es del propio cauce.

La teoría es que no está permitido recorrer el río sin autorización de la Consejería de Medio Ambiente, pero en la práctica solo la piden las empresas de turismo activo que realizan allí actividades, no los particulares que van por libre a conocer la zona y que terminan sumergiéndose en él.

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