Pedro Sánchez apuesta por la absoluta en el Amalia

Poco antes de las once y media y bajo un sol de unos treinta grados, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha irrumpido esta mañana en la Puerta de Purchena para iniciar un breve periplo por la capital, en la que ha hecho una parada en su camino hacia Cartagena a requerimiento del alcaldable Juan Carlos Pérez Navas.

Durante los cuarenta minutos que tardó en recorrer la plaza, descender por el Paseo de Almería hasta la altura del Mercado Central, pasear por su planta superior y subirse de nuevo a su coche aparcado en las inmediaciones del Teatro Apolo, Sánchez, encamisado pero informal, Sánchez repartió sonrisas y 'selfies' entre los almerienses, que asistieron extrañados ante el corro de reporteros, responsables de prensa y miembros del partido que escoltaron al líder de la oposción.

Sánchez, que rehusó realizar cualquier declaración ante la prensa almeriense, respaldó a Pérez Navas de forma prácticamente silente, más física que verbal, presentándole ante algunos de los que se paraban para saludarle como el próximo alcalde de la capital, pero sin salirse del guión establecido, pautado hasta el extremo de fijar a qué puestos del mercado debía acercarse y a cuáles no.

El único momento en el que se le pudo ver consciente de recorrer Almería y no cualquier otra ciudad, apoyando a Pérez Navas y no a cualquier otro candidato, llegó cuando se paró en el kiosco Amalia para participar en su porra electoral. Sánchez, que debió consultar la composición actual del Ayuntamiento para lanzarse, vaticinó una mayoría absoluta del PSOE con 15 concejales, seguido del PP, con 10, y dejando a IU con dos. Ni emergentes y una buena dosis de bipartidismo. La respuesta, en una semana.