La Policía desmiente el envenenamiento de animales domésticos en El Ejido

El director de Protección Ciudadana de la Policía Local de El Ejido, Marcos Muñoz, desmintió ayer la denuncia efectuada por el grupo municipal de IU en El Ejido en la que aseguraban la «proliferación de envenenamientos de animales» en el municipio tras las «quejas ciudadanas» recibidas.

En declaraciones a este periódico, Marcos Muñoz señaló que, a día de hoy, «no existe ninguna denuncia presentada por el dueño de alguna mascota envenenada en la Policía Local, Policía Nacional o Guardia Civil». Según detalló el director de la Policía Local ejidense, el pasado miércoles se presentó en las dependencias municipales un vecino asegurando que había «trozos de alimentos envenenados» en la plaza Antonio Navarrete.

«Un grupo de agentes se trasladó a la citada plaza y comprobó que no había ningún tipo de alimentos esparcidos por el suelo», relató Muñoz, quien añadió que los agentes volvieron a acudir a la plaza el día siguiente, «esta vez en compañía del denunciante».

El director de Protección Ciudadana relató ayer a este periódico que cuatro agentes, dos de paisano y otros dos con el uniforme oficial, «se entrevistaron con numerosos vecinos y comerciantes de la citada plaza, pero ninguno afirmó conocer algún envenenamiento de un animal doméstico en la plaza o en los alrededores», tal y como se aseguraba en la denuncia de IU.

«Aún así, insistió el agente municipal, consultamos las bases de datos de la Policía Nacional o la Guardia Civil» con el objetivo de averiguar si existía algún tipo de denuncia por envenenamiento, pero «nada de nada», insistió el director de Protección Ciudadana.

Fuentes municipales consultadas por IDEAL señalaron que la plaza Antonio Navarrete «es totalmente segura» y que, «por desgracia», ha sido objeto de «rumores infundados».

Según aseguraron desde la Policía Local, el denunciante contó a los agentes que «había visto pintadas» en la citada plaza en la que se podía leer «peligro por envenenamiento». Los agentes señalan que todo ha sido un malentendido y que los animales «están seguros en la plaza».