Un nuevo fruto para Castro de Filabres
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El municipio de la Sierra de Los Filabres cuenta desde hace unos días con cuatro pistacheros, un fruto que es una de las novedades en esta zonaCambios ·
El municipio de la Sierra de Los Filabres cuenta desde hace unos días con cuatro pistacheros, un fruto que es una de las novedades en esta zonaJavier Cortés
Castro de Filabres
Sábado, 26 de octubre 2024, 22:29
La Sierra de Los Filabres - Alhamilla es una de las comarcas que cuentan con una mayor despoblación dentro de la provincia de Almería. Una tierra que no cuenta con playas ni una gran cantidad de restaurantes ni de hoteles y que la industria escasea, pero poco a poco hay actividades que hacen que pueda resurgir de «sus cenizas».
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Tabernas como municipio clave dentro de la comarca y ya consagrado en el mundo cinéfilo cuenta un desierto, único en Europa, y diversos poblados del Oeste sus para seguir atrayendo a gente relevante del mundo audiovisual y contando con el Almería Western Film Festival como uno de los reclamos turísticos.
Otros municipios de la zona como Velefique están trabajando el aspecto cultural y deportivo con el Veleficuento y el Downhill, eventos únicos en la provincia que consiguen atraer a personas de la geografía almeriense. Otros como Senés y Olula de Castro siguen potenciando sus tradiciones y gastronomía. Pero a todos les une un pasado agricultor. Gentes que vivían de sembrar desde tomates, patatas, lechugas hasta contar con almendros y olivares en estos municipios.
Castro de Filabres, a través de Manuel Ortega Jiménez y su padre, Manuel Ortega Martínez, plantaron hace unos días una novedad inexistente en el municipio: cuatro pistacheros. Estos árboles, que pueden superar los dos metros de altitud, son una de la alternativa que proponen estos dos vecinos de Castro de Filabres para crear empleo en el pueblo, puesto que es un fruto muy demandado en el mercado.
Historia
Antes del Covid-19, Manolo Jiménez tenía pensado plantar pistachos en esta localidad. Este castreño había escuchado que había este tipo de frutos en las zonas de Tabernas y en varios zonas colindantes de la Sierra de Los Filabres.
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«Ahora como está la agricultura en la zona es pésima porque no hay agua y los almendros no dan lo que antiguamente daban». Al entrar la pandemia, el castreño se echó para atrás, pero a finales de este año regresó con esa idea y quería ponerla en marcha, ya que «el pistacho está muy bien pagado hasta el día de hoy».
«El motivo ha sido ese, probar en una finca pequeñita y si va bien, ya sería agrandarlo y ponerlo lo grande porque el pistacho es similar al almendro. Este fruto no necesita tanta agua, ya que es de secano.
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Manuel Ortega relata a IDEAL que esta idea le surge también debido a la despoblación que hay en los municipios de la zona, y que si sale bien puede ser un revulsivo. «Es una forma para que los vecinos vuelvan con ilusión al campo. También para que los jóvenes digan vengan al municipio y que no sea solamente un municipio de fin de semana y de vacaciones. Que vuelva la vida otra vez a los municipios como antiguamente».
«Antiguamente ya sabemos que hubo plantas como el almendro, la cebada, que es lo que se sembraba antiguamente y ya ha desaparecido casi por completo».
Asimismo, Manuel, cuenta que «queremos ver si estas plantas dan sus frutos» y si funciona, ya «nos pondríamos con las fincas grandes, y dedicarme a la agricultura».
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Por otro lado, es común, que todavía algunos mayores que tengan tierras, «siembren tomates, patatas, lechugas para consumo propio, ya que nadie se dedica a la agricultura como antes».
Esto se debe a que la gente que cultiva es «por las tierras heredadas que tienen de abuelos y bisabuelos, que van quedando, ya que la gente mayor, para que no desaparezca, va aguantando todo lo que puede. Pero claro, llegará un momento que las generaciones, por ejemplo, de mis hijos ya no quedará la agricultura, ni quedará nada. Son tierras abandonadas, porque ya se está viendo».
Manuel cuenta un relato, aún así, sobre la agricultura y es que «las tierras ya es todo monte. Si nuestros abuelos levantaran la cabeza y vieran todo el trabajo que han realizado toda su vida para poder comer y para poder vivir y trabajar (...) es una pena esta situación».
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Trabajo
Por otro lado, la iniciativa que han comenzado Manuel Ortega con su padre tiene como objetivo primordial la creación de empleo, ya que «cuando creas empleo, hay gente viviendo en los pueblos y se abren panaderías, carnicerías, y otras tiendas. Ese proceso va aumentando, la economía se queda en el municipio y no se va».
Un proceso que si va bien puede crear riqueza en el municipio y atraer también a empresas a Castro de Filabres, y por ende a toda la comarca de la Sierra de Los Filabres para regresar a tiempos pasados en cuanto a trabajo y a población se refiere.
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Una apuesta, la de Manuel Ortega y su padre, que refleja el arraigo que tienen por su pueblo como los vecinos de Velefique, Senés, Olula de Castro o Benizalón, por citar algunos de la comarca, sienten por la tierra de sus padres, abuelos o bisabuelos, ese recuerdo de la niñez que nunca quiere perderse en otro lugar.
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