Las Tres Villas y su ruta por descubrir

El sendero de Las Tres Villas tiene su salida desde la Plaza de la Juventud de Ocaña. Se va hacia el cementerio para pasarlo y girar a la derecha por pista cementada que sube a los depósitos de agua del pueblo. Se sigue en ascenso por la llamada Cuesta de Santillana, que ya es de tierra. Verá el visitante en una curva pronunciada, y a la izquierda, el Peñón de La Encantada. Poco más arriba se obtiene la cota máxima y se toma senda en descenso por la Loma de Los Bueyes, llevando a la derecha el Barranco de Parejo.

Al bajar al barranco hay que tener precaución por la pendiente y porque las lluvias rompen la senda. Hay unos olivos y se cruza la carretera A-92. Se baja al Río Nacimiento para girar a la izquierda remontando el cauce. Llegaremos a los cortijos de la Fuente de Galindo que podemos acercarnos a verlos. Es necesario tomar la vía de servicio de la autovía a la derecha. Se pasa junto a la Cortijada de Los Giles y se gira a la derecha para pasar cerca del cortijo de Montilla y subir a una especie de mirador cercano a algunas tumbas, al parecer árabes. Tocamos con la Vía Pecuaria de la Vereda de Los Garridos para pasar por el Molino de Reyes, o de Ocaña. Bajaremos de nuevo al Río Nacimiento donde existe un precioso tarayal, giramos a la izquierda en descenso hasta unos puentes cerca del Salitre donde podremos acercarnos a ver las ruinas de un molino y tomar ya la Rambla de Santillana para volver al punto de inicio en la plaza de la Juventud.

Podemos seguir disfrutando de esta localidad visitando el templo parroquial de la Anunciación que se empezó a construir a finales del siglo XVIII, según planta delineada por el arquitecto Santiago Ferro; sólo se construyeron la capilla mayor y el crucero, la nave nunca llegó a edificarse. En Escúllar, además, se encuentra la Fuente de Zamora y en el paraje de Piedras Blancas se ha conservado un grabado paleolítico de gran interés pero de difícil acceso. La evolución de la población de Las Tres Villas ha ido en claro retroceso, aunque en estas últimas décadas se está produciendo un descenso más leve. La depresión económica existente no fue capaz de adaptarse al desarrollo español que comienza en los años 60, no quedándole otra posibilidad que la emigración a regiones receptoras como Cataluña, Levante y algunos países de Europa Occidental. En la actualidad se está produciendo una pequeña recuperación, debido a la saturación demográfica de las anteriores regiones que fueron receptoras.

Según el censo de viviendas de Las Tres Villas, de un total de 625, más del 50 % de las viviendas censadas se encuentran en la actualidad vacías, aunque con la llegada del verano y la vuelta de los emigrantes éstas vuelven a abrir sus puertas durante unos meses. Los regadíos de Las Tres Villas han estado ocupados en su mayoría por parrales, hoy en decadencia, ya que la estructura de la propiedad, propia de la zona, muestra los problemas típicos del minifundismo, dispersión parcelaria, mínima dimensión de las parcelas, descapitalización, poca mecanización y poca rentabilidad económica. Su estructura agraria es de autoabastecimiento.

El visitante de Las Tres Villas puede cerrar su ruta con unas buenas migas acompañadas de un postre casero como los roscos o la leche frita.