La vida en la frontera infranqueable entre Andalucía y Murcia: «Esto no tiene sentido»
Sólo por Andalucía ·
Los habitantes del límite de Almería con la Región de Murcia pueden viajar hasta Huelva, pero no cruzar a los pueblos vecinos al otro lado de la raya imaginaria que les parte en dos el terreno
Miguel Cárceles
Almería
Miércoles, 10 de junio 2020, 23:35
Juan Pedro García (PP), alcalde de Pulpí, manda sobre el 80% del Pozo de la Higuera. El otro 20%, «cuatro calles», remarca García, están bajo la jurisdicción de Diego José Mateos, alcalde de Lorca. Un mismo pueblo en dos municipios, dos provincias y dos comunidades ... autónomas. Todo se resuelve con una lógica aplastante: se pagan los recibos a la administración que se los manda. Pero todos viven como lo que son, como vecinos.
Desde el pasado lunes, un pulpileño puede coger su coche y plantarse en Isla Cristina, en Huelva, a 607 kilómetros de distancia, a comerse una concha fina en un bar. Sin embargo, no puede hacer lo mismo a 23 kilómetros, en Águilas, o a 29, en Puerto Lumbreras. «A mi no me parece lógico. No tiene ningún sentido que pueda ir a casi mil kilómetros en una dirección y que no pueda ir a diez kilómetros en la dirección inversa», reconoce el regidor.
«Nosotros, todo el Levante almeriense, tenemos muchísima relación con la comarca del Bajo Guadalentín, con Lorca, Águilas o Puerto Lumbreras. Tanto que hasta hace pocos años el prefijo de Pulpí no era el 950 sino en 968, y jugamos en tercera división murciana», subraya el primer edil. La Junta de Andalucía ha liberalizado la movilidad por el interior de toda la comunidad autónoma, sin embargo no ha pactado con otras autonomías –como Murcia o Extremadura– ampliar el terreno de acción. Cantabria y País Vasco se han permitido la movilidad entre ambas regiones y Euskadi ya negocia lo mismo con Navarra.
Terreros, la pedanía costera de Pulpí, ha sido -y seguirá siendo- un punto crucial de veraneo para lorquinos. «Ahí tenemos vecinos que tienen su segunda residencia a poco más de 30 kilómetros y que no han podido venir en tres meses a echarse un ojo porque está en otra provincia», desliza. «Tanto es así que estamos teniendo problemas con mosquitos porque las piscinas no tienen cuidados». Un gran problema en zona turística.
El principal hotel del núcleo ya resiente los números. «Nos afecta mucho. Sabemos que estamos en el límite, pero gran parte de nuestros clientes son murcianos. Y se nota, al no poder pasar se está notando», indica Ana López, de Hotel Calypso, un establecimiento paradisiaco junto a la playa. «Yo creo que tendrían que haber habido algún acuerdo. Es que, además, Murcia y Andalucía han tenido situaciones muy parecidas de contagio», subraya López.
Es el mismo argumento que emplea Vicente García Egea (Cs), primer teniente de alcalde de Vélez-Rubio. Para ir de su pueblo a Almería capital tiene que cruzar, sí o sí, terreno murciano. La A7 y la A92 conectan en Puerto Lumbreras, a unos 15 kilómetros del límite con Huércal-Overa. «Sería muy lógico que pudiera moverse también con Murcia. Hemos tenido los mismos ratios de infecciones, siempre hemos estado en la misma fase», subraya.
En Góñar, en Huércal-Overa, también hay cortijadas que caen del lado de Puerto Lumbreras. Y las reglas no entienden de vecindad. «Yo comparto las decisiones sanitarias porque están avaladas por expertos. Es necesario tener cautelas. Y aunque resulten incómodas, algunas medidas son necesarias», indica Francisca Fernández (PSOE), alcaldesa de Huércal-Overa.Sus vecinos han podido moverse entre la linde autonómica por motivos laborales o sanitarios, entre otros. Pero dejaron de acudir a las tiendas de los centros comerciales murcianos, muy cercanos. «Lo mismo hasta no está tan mal que miremos hacia nuestros comercios, o que hagamos el ocio en nuestras pedanías y en nuestros paisajes», subraya. Así que se acabó el ir a Águilas a tomar unas cervezas en alguna de sus amplias bahías.
En Villaricos, en Cuevas del Almanzora, ocurre lo mismo pero a la inversa. A la más que probable pérdida del Dreambeach se suma esta fase 3 de tierra de nadie. El Hostal Playa Azul abrió hace dos semanas y apenas tiene turistas (o bañistas, como también se les conoce con aires añejos en algunos pueblos costeros). «Para estas fechas ya teníamos bastante gente. Pero ahora estamos abiertos y no tenemos clientes aún». La mayoría son nacionales y no vienen de Andalucía, sino del Levante y de la Meseta.
En Huércal-Overa ha habido sanciones por pasar de Murcia a Almería y viceversa. En Pulpí su alcalde no las conoce. A diario varios trenes viajan entre Águilas y Murcia parando en Jaravía y en el centro de Pulpí. Y en Pozo de la Higuera los vecinos 'murcianos' acudían a comprar con normalidad pese a que «la tienda está en Andalucía, y el bar también», recuerda el alcalde pulpileño. «Sería un contrasentido», advierte, aunque en puridad comprar leche les pudiera haber salido por un ojo de la cara. «No van a ir a Lorca a 20 kilómetros...», dice.
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