Vícar Goya Koppert, un testigo para el campeón

Se acabó la liga para Vícar Goya Koppert. Se acabó con un partido en el que las vicarias eran unas magníficas convidadas de piedra, ante la gran fiesta de celebración del título liguero de Itxaco Estella, un equipo que llegaba a su pabellón con la obligación de ganar para coronarse como el mejor equipo del campeonato y ante un pabellón repleto hasta la bandera.

No defraudó el cuadro navarro las expectativas, puesto que pronto dejó claro que no estaba dispuesto a que hubiera partido, primero por la tremenda diferencia de potencial que le separa de Vícar Goya Koppert y, además, porque Itxaco era el único que se jugaba algo en el envite.

Desde el inicio, el choque estuvo dominado por el cuadro local, que en la recta final del primer período terminaba de marcharse en el marcador, yéndose a la caseta con siete arriba y ya todo prácticamente decidido.

Para entonces, las 1.800 almas que abarrotaban el Pabellón Tierra de Estella estaban celebrando de manera espectacular un título que ya planeaba sobre el recinto deportivo.

Pero el festejo alcanzaba su máxima expresión cuando el encuentro llegaba a su segunda mitad, en la que Itxaco respondió al apoyo de la grada con un vendaval de juego que convertía al cuadro vicario en un testigo mudo de la coronación del nuevo campeón.

Por cierto que, en las filas del campeón de liga, una almeriense y ex-jugadora de Vícar Goya Koppert, Conchi Berenguel, que sigue siendo una referencia ya en el balonmano femenino español, salida de la cantera del Colegio Goya. Una parte del título es almeriense.