R. S.
Viernes, 18 de julio 2014, 01:09
Federico Fresneda, extesorero de UGT en Andalucía, declaró al juez que los exsecretarios regionales Manuel Pastrana y Francisco Fernández Sevilla conocían el llamado «rappel» o descuento que los suministradores hacían al sindicato y que no se reflejaba en las facturas que presentaban a la Junta.
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Fresneda declaró al juez que quien decidía las empresas que debían pagar ese «rappel» era la Comisión Ejecutiva, cuyos integrantes conocían su existencia y también la aplicación informática con la que se gestionaba el «bote» obtenido. El «rappel», dijo Fresneda en su declaración del pasado 26 de junio, solía ser del 4% de la facturación y no del 20%, como afirma la Guardia Civil.
En el atestado en que se basó la imputación, la Guardia Civil sostiene que el sindicato había ideado un «artificio» con el cual las subvenciones de la Junta destinadas a formación eran desviadas a «actividades regulares de UGT» y afirma que el descuento obtenido no se comunicaba a la Administración.
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