Sánchez Gordillo debe renunciar a su escaño antes del miércoles

Juan Manuel Sánchez Gordillo tiene de nuevo en ascuas a Izquierda Unida. Después de haber anunciado que se quedaría en el Parlamento andaluz y renunciaría como alcalde de Marinaleda (Sevilla) cargo en el que lleva 35 años, para cumplir la Ley Electoral andaluza, que impide simultanear ambos puestos, ha decidido mantener la alcaldía y dejar su escaño en la Cámara autonómica. La decisión parece fruto de la presión de los habitantes del pueblo, que le instaban a no marcharse, y de sus propios concejales, que se negaban a recoger el bastón de mando en su lugar. Pero crea incertidumbre porque, en esta situación, es incierto que formalice sus pasos.

El presidente del Parlamento, Manuel Gracia, ha convocado para el miércoles a la Comisión del Estatuto del Diputado y si para entonces Sánchez Gordillo no ha formalizado su baja del escaño lo declarará incompatible. La ley marcaba como tope el pasado 11 de noviembre para que los parlamentarios afectados por la sentencia, en su mayoría del PP, tomaran una decisión y abandonaran uno de los dos puestos

Gracia calificó la situación de Gordillo de «alegal», pero no ilegal y dijo que no se pueden poner sanciones.

Mientras, en IU no descartan ni siquiera que «al final diga que quiere seguir» en la Cámara, en palabras del portavoz José Antonio Castro. Antonio Maíllo, coordinador general, se mantiene en la postura de respetar la decisión que tome.