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Macarena Olona estuvo el martes en Sevilla y muchos se anticiparon a dar por hecho lo que, desde hace tiempo, es un secreto a voces. En realidad, Macarena viajó a la capital hispalense porque tenía que asistir a la última prueba del traje de gitana que ha encargado para la feria de abril -que van a coincidir con las cruces de Granada, por cierto-. Ya que estaba allí aprovechó para reunirse con el grupo parlamentario de Vox.
Macarena Olona será la candidata del partido de Santiago Abascal a la Junta y concurrirá por la provincia de Granada. La decisión, formalmente, se tomará el jueves por la tarde tras reunirse el comité ejecutivo nacional aunque, es algo seguro «al 90%». El 10% restante es el terreno de los imposibles -que, a veces, suceden, pero en muy pocas ocasiones-.
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Olona lleva tiempo en el escaparate y en esa sobreexposición es donde se siente más cómoda. Incluso, contraprogramó el acto institucional del 28F. Nunca ha rehuido que estaría disponible y, en las últimas semanas, no disimula en su entorno que le hace ilusión el reto. Es cierto que conforme se acercaba el momento definitivo se ha alimentado también la posibilidad de que Vox optara por otro candidato para no prescindir de Olona en el ámbito nacional. Nada serio.
Las encuestas -las que se conocen y las internas- otorgan un grado de conocimiento elevado a Macarena en Andalucía y algún sondeo sitúa a Vox entre 17 y 20 diputados. Olona ha manifestado expresamente que su intención es entrar en el gobierno y Abascal ya le ve «cara de presidenta». Pero estas intenciones colisionan con la pretensión de Juanma Moreno de gobernar en solitario. Al margen de Juan Espadas y la izquierda, que también querrán ganar.
Su entrada en política fue en las generales de 2019. Ex abogada jefe del Estado en el País Vasco, se caracterizó por ser látigo del PNV hasta que se volvió incómoda. «Mi salida del País Vasco fue dolorosa. Hay partes que tengo que mantener en la reserva por secreto profesional, pero sí puedo decir que no fue voluntaria, y puedo añadir que vino motivada por un acuerdo del Gobierno de Rajoy, que cedió al PNV mi cabeza, que venía siendo reclamada por ser proactiva en la investigación de casos de corrupción. No he visto un partido político en ninguna investigación que he llevado, pero sí he visto a personas muy vinculadas a determinados partidos», declaró en IDEAL en su primera entrevista como política. Persona de fuertes convicciones que no deja a nadie indiferente. Hizo una campaña agresiva en aquellas generales y después fue el incordió de Luis Salvador en el Ayuntamiento en la etapa del dos más dos. En poco tiempo ha pasado de no tener Twitter a ser prácticamente una influencer y una de los rostros más conocidos de Vox en el panorama político. No se corta en sus declaraciones, aún a riesgo de meter la pata. Y ha asimilado como epíteto el titular de una de las crónicas de IDEAL: Macarena de Graná.
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