El alcalde de Fines iba en el coche en el que detuvieron al 'testaferro' del exvicepresidente de la Diputación de Almería con 120.000 euros

En silencio, la operación policial con la que explotó el 'Caso Mascarillas' –la primera vez que se detectaba un caso de adjudicaciones irregulares para la adquisición de material sanitario con motivo de la covid-19 en España– llevaba fraguándose más de un año. Fue a primera hora de la mañana del 15 de junio de 2021 cuando los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, bajo la dirección y coordinación del Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona, junto con la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad organizada, entraron en escena de forma abrupta. Y todo a raíz de una investigación por drogas.

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Según recoge el sumario de las indagaciones judiciales, las detenciones de Óscar Liria, exvicepresidente tercero de la Diputación de Almería y uno de los hombres fuertes del PP de Almería hasta entonces, así como la de su primo, R.S.L., se produjeron en una horquilla de tres horas en los municipios de Huércal-Overa y Fines, a unos 30 kilómetros de distancia.

El primo de Liria –al que la investigación situaba desde el principio como testaferro del diputado– fue arrestado cuando viajaba a bordo de un vehículo con 120.000 euros en una bolsa de plástico negra. No viajaba solo: con él iba en ese momento también su padre, el alcalde de Fines, Rodrigo Sánchez, también investigado en la causa de 'Mascarillas'.

Por orden cronológico, el sumario recoge que a las 7.20 horas se produjo la entrada de la Policía en el domicilio de Óscar Liria en Huércal-Overa. Se le detuvo como presunto autor de delitos de cohecho, fraude y blanqueo de capitales.

Durante el registro de su vivienda los agentes localizaron un total de 26.250 euros en efectivo repartidos en varios sitios del domicilio. Por un lado, los investigadores encontraron un sobre con 8.000 euros, otro con 7.800 y un tercero con 6.300. Además, en el bolsillo de una chaqueta el entonces vicepresidente tercero de la Diputación Provincial llevaba 1.600 euros y otros 2.550 repartidos en diversas prendas de vestir.

Para los investigadores, la tenencia de este dinero en efectivo concordaría con los elementos probatorios sobre el supuesto pago de comisiones relacionadas con la adjudicación del contrato de suministro de material sanitario, resultando además incompatible estas elevadas cantidades de dinero con el desempeño de la función pública, por la cual tenía un salario tasado y público de aproximadamente unos 3.500 euros mensuales –tal y como también contestó Liria en su declaración ante el juzgado, en Barcelona, horas después de su arresto–.

Respecto a los pagos recibidos, la investigación señala que Kilian López, administrador de la empresa adjudicataria del contrato de las mascarillas, le habría realizado al responsable provincial un primer pago de 20.000 euros y, con posterioridad, el día 11 de octubre de 2020 le habría realizado otro pago en metálico de 12.000 euros en algún lugar de la localidad de Fines, en donde ambos tenían sus raíces familiares. Igualmente, el sumario recoge que el día 18 de enero de 2021 se produjo otra entrega de dinero en efectivo, de entre 3.000 y 4.000 euros a Liria a través de un cruce realizado presuntamente por la tía de López Solé y con destino al padre del político.

Más tarde, a las 10.20 horas, la Policía Judicial, desplegada en varias zonas de Fines, centro neurálgico del 'Caso Mascarillas', observó que en la puerta del domicilio de los padres de Liria había estacionado un vehículo, concretamente un Mercedes ML.

Cuatro minutos más tarde los agentes observaron que el primo de Liria e hijo del alcalde de Fines salió del inmueble, introdujo un bulto en el asiento trasero del vehículo y volvió a la vivienda. Cinco minutos después salió acompañado del regidor fienés y ambos se subieron al Mercedes.

Fue entonces, cuando el vehículo comenzó su marcha, cuando la Guardia Civil dio el alto al vehículo con el fin de identificar a los ocupantes e inspeccionar el interior del coche. Los investigadores comprobaron que el bulto que se vio extraer de la casa de los padres de Liria era una bolsa de plástico transparente y negra con cremallera que en su interior contenía una caja de cartón con una gran cantidad de dinero: un total de 119.950 euros. Los agentes procedieron a la detención del primo de Liria, al que además le intervinieron 995 euros en efectivo que portaba en el bolsillo de su pantalón. El alcalde de Fines quedó en libertad.

El alcalde declaró posteriormente ante la Guardia Civil. Sánchez Simón argumentó que acudió al domicilio de su hermana, la madre de Liria, junto a su hijo porque recibió una llamada de un hombre al que no conocía que le alertó de que había visto movimientos raros, posiblemente un registro, en la casa del diputado. El regidor de Fines aseguró que únicamente se dedicó a tranquilizar a su hermana y que en el momento de irse su hijo no llevaba nada en las manos, que él no vio ninguna bolsa en el asiento trasero del coche, y que desconocía de quién era el dinero intervenido en el vehículo en el que él mismo viajaba.

Ya por la tarde, en torno a las 16.21 horas, los agentes de la UCO entraron en el domicilio de los padres de Liria, en Fines, donde encontraron varios sobres con dinero en efectivo. El primero contenía 8.500 euros, el segundo 10.000, el tercero 11.000 y un cuarto, que contenía una inscripción con el nombre de una testigo, tenía 2.200 euros. En total los investigadores se llevaron 31.700 euros en billetes de 50, 100 y 200 euros de la casa de los padres del principal acusado del Caso Mascarillas.

En total, y solo en ese rosario de registros, la Policía Judicial requisó un total de 178.895 euros en efectivo en dependencias familiares del entorno del entonces diputado Óscar Liria.

Pese a acabar como una indagación por presuntas mordidas, la investigación comenzó mucho antes de que la pandemia fuera realidad y en la caza de las redes del narcotráfico. La UCO investigaba una red de tráfico de drogas cuando, a través de los pinchazos telefónicos tuvieron constancia de la existencia de un empresario residente en Barcelona presuntamente relacionado con el narcotráfico, Kilian López, que había sido adjudicatario de un contrato público de dos millones de euros. El de las mascarillas. Tras las diligencias iniciales formuladas desde Barcelona, el caso, con más 20 tomos de documentación policial, está desde febrero del año pasado en manos de la justicia almeriense.