Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández Pacheco, ha celebrado el «éxito colectivo» del programa Life LynxConnect, tras el anuncio este jueves de que el lince ibérico pasa de ser una especie «en peligro de extinción» a tener un estatus de «vulnerable» en la Lista Roja de Especies Amenazadas, según ha detallado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En esta misma línea se ha expresado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha señalado a través de sus redes que esta situación es «un éxito de todos» a través del proyecto Life LynxConnect, y a la vez «un orgullo para Andalucía liderar la recuperación de la especie».
¡Estupenda noticia! La @IUCN acredita que el lince ibérico deja de estar en peligro de extinción y pasa a catalogarse como especie vulnerable.
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) June 20, 2024
¡Un éxito de todos a través del proyecto @LifeLynxconnect!
Es un orgullo para #Andalucía liderar la recuperación de la especie. pic.twitter.com/gVTmhWcf4e
En una atención a medios este jueves en Madrid, previa a su intervención en el Senado para presentar el proyecto de recuperación de esta especie Life LynxConnect, el consejero andaluz ha puesto de relieve que este proyecto de recuperación internacional, liderado por Andalucía junto con otros territorios de España y Portugal, ha conseguido que el lince ibérico sea el primer felino en 22 años que abandona la categoría de peligro de extinción dentro de esta lista de la UICN.
«Hoy, afortunadamente en la Península Ibérica contamos con una población de lince ibérico superior a los 2.000 ejemplares, de los que más de 700 se encuentran en Andalucía», ha resaltado Fernández-Pacheco, al tiempo que ha advertido que «esto no quiere decir que esté todo hecho», ya que «seguimos teniendo retos».
La UICN ha informado este miércoles que el lince ibérico pasa de ser una especie «en peligro de extinción» a tener un estatus de «vulnerable» en la Lista Roja de Especies Amenazadas. La población ha aumentado exponencialmente de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022. Hoy en día, se estima que la población total, incluidos los linces jóvenes y maduros, es más de 2.000. Tal y como recoge la UICN, los esfuerzos de conservación de esta especie clave se han centrado en aumentar la abundancia de su presa, el conejo europeo en peligro de extinción (Oryctolagus cuniculus), proteger y restaurar el hábitat forestal y de matorral mediterráneo, y reducir las muertes causadas por la actividad humana.
Aún así, la UICN ha subrayado que el lince ibérico sigue amenazado -principalmente debido a las posibles fluctuaciones de la población de conejos europeos si se producen nuevos brotes del virus-, y que la especie también es susceptible a las enfermedades de los gatos domésticos. Asimismo, la caza furtiva y los atropellos siguen siendo amenazas, especialmente cuando carreteras con mucho tráfico atraviesan el hábitat del lince y, paralelamente, las alteraciones del hábitat relacionadas con el cambio climático son una amenaza creciente.
Iznalloz se ha convertido en la llave a la libertad para los linces ibéricos en la provincia de Granada. Además de los cinco cachorros que se soltaron en febrero de este 2024 soltados, allí habitan otros ejemplares de este animal. Todos ellos se han reintroducido en su hábitat natural a través del proyecto Life Lynx Connect, que desde 2020 lidera el territorio andaluz, aunque también abarca otras zonas del centro y sur de la península ibérica.
Su presencia en la provincia de Granada y en Iznalloz, en concreto, supone un motor de desarrollo para el territorio. Según el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Manuel Francisco García, «que haya linces en Sierra Arana va a dar lugar a nuevos puestos de trabajo, especialmente, en áreas como la fotografía o la observación de especies».
A principios de siglo, los linces ibéricos estaban a un paso de desaparecer, pero en el año 2022 llegó a haber hasta 1.668 linces ibéricos en la península, siendo Andalucía la comunidad con mayor número de núcleos poblacionales, con un total de 438 ejemplares adultos y 189 cachorros, según el último censo publicado.
«Un hito histórico» y «un éxito de país», así lo han definido tanto el Ministerio de Transición Ecológica como la ONG naturalista WWF. La razón es que en solo 21 años el felino salvaje autóctono por excelencia de la península ibérica ha pasado de estar a un paso literal de la desaparición, con 94 ejemplares que resistían como podían en sus últimos refugios de Doñana y la jienense sierra de Andújar, a contabilizar las navidades pasadas 2.021 cachorros y adultos repartidos por las dehesas, marismas y cerros de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Levante y el sur de Portugal.
Los núcleos vitales de estos felinos abarcan ya catorce áreas diferenciadas, repartidas entre cuatro autonomías y el sur de Portugal. Este hecho apuntala con fuerza el tercer objetivo del plan de recuperación. Se está muy cerca de los dieciséis territorios estables y comunicados que los especialistas creen precisos para dar solidez al futuro del lince.
El triunfo colectivo no está solo en la recuperación de la población de linces sino en que los ejemplares en libertad vuelvan a colonizar parte de sus hábitat tradicionales, compuestos, además de por los dos territorios donde se atrincheraron en 2001, por las dos vertientes de Sierra Morena (la andaluza y la manchega), los Montes de Toledo, el valle extremeño de Matachel y el valle del Guadiana portugués. A estas zonas se han sumado la granadina Sierra Arana, Valdecañas-Ibores y Ortiga (Extremadura), las Tierras Altas de Lorca (Región de Murcia) y la albaceteña comarca de Campos de Hellín. Hay otras áreas en estudio y preparación por el interés de varias autonomías en sumarse a este proyecto.
Las navidades pasadas había 1.730 linces libres en territorio español, el 86% del total, y 291 en Portugal. Las dos potencias españolas son Andalucía, con 755 felinos (43,6%), y Castilla-La Mancha, con 715 ejemplares (41,3%). El resto de asentamientos están en las dos provincias extremeñas, con 253 animales, y en la Región de Murcia, con siete.
2002 fue el año en que se encendieron todas las alarmas. Primero con objetivos muy modestos, pero que ganaron en ambición con el tiempo, el Ministerio de Transición Ecológica, los gobiernos andaluz y portugués, primero, y el manchego y extremeño después, los naturalistas de WWF y la UE unieron fuerzas y recursos, olvidándose de los habituales colores políticos y ventajismos.
Crearon cuatro centros de cría en cautividad y pusieron en marcha una estrategia muy estudiada y controlada para asegurar que la reintroducción posterior de estos jóvenes ejemplares en la vida salvaje fuese un éxito. Desde que en 2011 comenzaron las liberaciones de benjamines desde los centros de Huelva, Cáceres, Jaén y Silva (Portugal), se han reintroducido en su hábitat natural 372 ejemplares. En esta paciente tarea, técnicos y responsables políticos han contado también con la colaboración de varios centenares de propietarios de fincas y de asociaciones de cazadores. La programa español de rescate del lince está catalogado como un éxito mundial en recuperación de felinos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.