Clausuradas las III Jornadas Técnicas de Equipos Gubernativos y Veterinarios de las Plazas de Toros de Andalucía

Las III Jornadas Técnicas de Equipos Gubernativos y Veterinarios de las Plazas de Toros de Andalucía se han clausurado este mediodía con la lectura de las conclusiones del seminario, centrado en el nuevo Reglamento Taurino. Tras el análisis de esta normativa, se someterán a la consideración de la Administración de la Junta los siguientes puntos: la interpretación del artículo relativo a los honorarios de los veterinarios y que en la medida de lo posible sea resuelto por el reglamento o por un posterior desarrollo del mismo; el artículo 24 para que se valore la necesidad de que haya un profesional o funcionario de carrera, de la consejería de Agricultura, para diligenciar los traslados de la reses tras la finalización del espectáculo taurino y, por siguiente, a las explotaciones ganaderas que correspondan; la posibilidad de elaborar un anteproyecto de ley de potestades administrativas en materia taurina, lo que posibilitaría ejercer las competencias de manera plena en la comunidad autónoma; la valoración muy positiva por todos los equipos y profesionales de que se sigan estudiando los nuevos útiles de torear para progresar en la eficacia y en el bienestar animal; la inquietud mostrada por la delegación de la autoridad por el control del orden público y la seguridad en la plaza y sobre todo en el callejón. Se solicita a los órganos de la Junta de Andalucía que adopten medidas correctoras o se elaboren instrucciones relativas a la protocolización de las actuaciones en esa materia, en conjunto y en coordinación con las diferentes administraciones públicas competentes. Respecto a la edad de menor en el callejón, se ha valorado positivamente su inclusión en el nuevo texto, si bien se ha analizado que esos menores deberán estar acompañados en el callejón de una persona mayor de edad y por tanto, con la responsabilidad inmediata sobre el menor. Por último, se ha manifestado también la preocupación por el tiempo de espera, en cuanto a la ausencia de ambulancias en el recinto taurino. De ahí que sean necesarias instrucciones al respecto sobre la protocolización del tiempo máximo de espera para la suspensión del espectáculo.

Tras la lectura de estas conclusiones por parte de la coordinadora de las jornadas, Ana Belén Álvarez Abuin, el coordinador general de la Secretaría General de Interior de la Consejería de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Juan Manuel Pérez Alarcón, fue el encargado de clausurar el ciclo en nombre del delegado de Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada, Antonio Granados. En su intervención dio las gracias a todos los participantes y ponentes, alabó la masiva asistencia en esta edición y convocó a las próximas jornadas, que se celebrarán en Huelva.

Ponencias

La jornada de clausura arrancó con una ponencia extraordinaria a cargo del veterinario Julio Fernández Sanz y el matador Manolo Sales. La primera parte estuvo centrada en el estudio fisiológico del toro bravo, desde el punto de vista de la superación del dolor, la atenuación del estrés, la motivación para embestir y los principales cambios neurohormonales que experimenta durante la lidia. Posteriormente, la conferencia se centró en la propuesta de los nuevos útiles para la lidia con los que se gana en eficacia y seguridad: la divisa de punzón, el estribo derecho acolchado, la puya cuadrangular, las banderillas de punzón, la espada y el estoque de descabello innovados.

Otras intervenciones no menos brillantes vinieron momentos después de la mano de los ganaderos Victorino Martín, Santiago Domecq y Maria Jesús Gualda, moderados por Ana Belén Álvarez. En esta mesa se abordaron temas tan interesantes como la enorme evolución que ha experimentado el toro bravo desde 1980, el sacrificio que supone para el ganadero criar una res con todo lo que se exige en la actualidad y la necesidad de proteger y poner en valor «una cabaña única en el mundo con un patrimonio genético increíble», en palabras de Victorino. La confusión del trapío con los kilos fue también otra cuestión ampliamente debatida, al igual que la necesidad de cambiar la suerte de varas por completo y de que el empresario taurino sepa el tipo de toro que gusta en su plaza.