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Chema Ruiz España
GRANADA
Martes, 16 de febrero 2021, 00:33
Cuando Vicente Salinas (Sevilla, 1967) trabajaba en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, ya le había picado el gusanillo de la investigación. «Estábamos centrados fundamentalmente en el cáncer, que es una enfermedad altamente prevalente», recuerda. Él, médico patólogo, desarrolló junto a su equipo de investigación varios productos prometedores para combatir dicha patología. «Llega un momento en el que, para poder llegar al mercado, tienes que sacar el proyecto de la 'academia'», afirma. El suyo llegó en 2013, cuando decidió hacer realidad Plus Vitech, su propia empresa biotecnológica. Se zambulló de lleno en el proyecto hace dos años, al abandonar el Servicio Andaluz de Salud y desde marzo, con el inicio de la pandemia, trabaja en un fármaco que contenga la reacción inflamatoria que produce el coronavirus, por el que es finalista de los premios +50 Emprende.
La experiencia adquirida en sus trabajos con el cáncer permitieron a Salinas y su equipo de investigación encontrar algunas similitudes entre la respuesta inflamatoria que producen ambas patologías. «Cuando empezamos a saber cosas de la covid, vimos que el virus en sí no era el causante de la enfermedad, sino el desencadenante, que esta se produce por la respuesta inflamatoria que cada persona genera ante la infección, y vimos que el modelo de inflamación que se detectó en el coronavirus es muy similar a los modelos con los que trabajábamos en cáncer», explica a IDEAL. Ello le condujo a formular una hipótesis: «Pensamos que nuestros productos, que ya teníamos probados y validados en cáncer, podían ser también efectivos para controlar la tormenta de citoquinas que produce el SARS-CoV2».
A partir de ahí, comenzó un proceso de desarrollo que hizo de la teoría algo tangible. «Rescatamos toda esta información, porque era una situación de emergencia, y empezamos a trabajar». Un estudio de la empresa estadounidense Vanda Pharmaceuticals y otro de Heron Therapeutics con fármacos similares respaldaron su hipótesis, a lo que se unió un premio en un Hackathon de la Unión Europea que dio consistencia a su trabajo. PVT-Covid ya era una realidad potencial, un fármaco que en ensayos posteriores arrojó «una reducción de la inflamación de hasta un 75% con respecto al mejor tratamiento disponible en tan solo cinco días, incluso en los pacientes más graves».
«Existen en las células humanas un receptor llamado NK1 y una sustancia que genera el cuerpo que se llama sustancia P. Esta se une al receptor y lo activa. Este sistema, cuando el receptor está activado por la sustancia, es como una especie de acelerador y de mantenedor de la respuesta inflamatoria», expone Salinas, quien subraya que la propuesta de Plus Vitech es «bloquear este sistema con antagonistas, con fármacos que impiden que se una la sustancia al receptor». «Con esto -prosigue-, evitamos que el dedo pulse el botón, bloqueamos o normalizamos el proceso inflamatorio», lo que resultaría determinante. «Creo que la solución farmacológica va a ser nuestro fármaco».
«Las estrategias que tenemos hoy en día, que es fundamentalmente la vacuna, tienen sus limitaciones», puntualiza Salinas, por lo que concluye que «la solución no vendrá solamente de la mano de la vacuna, porque, por desgracia, la gente se va a seguir infectando por el virus». «Debemos buscar tratamientos que hagan que las personas que se infecten no desarrollen la enfermedad», considera. Esta línea es en la que surge PVT-Covid, que se encuentra en pleno ensayo clínico, con tres más por delante, y que el patólogo espera poder lanzar «en pocos meses». El fármaco se administra por vía oral, si bien puede llegar a aplicarse por vía intravenosa, y está inicialmente orientado a pacientes hospitalizados, con el fin de remitir los síntomas más graves, aunque «la idea, con el tiempo, adelantarlo un poco a pacientes que desarrollan síntomas en sus casas, siempre bajo supervisión médica».
Este tratamiento, a tenor de los resultados obtenidos hasta ahora, puede «acelerar la recuperación de los pacientes en un 200%», lo que se traduce en «pasar de un ingreso medio de 28 días a un ingreso medio de 10 días». Un producto con el que opta este miércoles al primer premio de la segunda edición de los premios +50 Emprende, en el que participan más de 400 emprendedores de más de 50 años. «Mi idea vital siempre ha sido ayudar a las personas, salvar vidas. Cuando era médico, podía ayudar a las personas de una en una; un proyecto de este tipo me puede permitir ayudarlas de mil en mil. No es descriptible la satisfacción moral que uno recibe con esto, independientemente de los premios, que son una cuestión importante y que agradecemos», expresa Vicente Salinas, quien se considera «optimista» en cuanto a la creación de un sólido entramado empresarial español vinculado al sector biotecnológico.
«En España, quizás no haya tanta cultura bioemprendedora como en otros territorios, pero creo que es difícil emprender en biotecnología en cualquier contexto», defiende el experto, quien se siente «agradecido» por el apoyo recibido. «Estos proyectos no son baratos», reconoce, pero considera que «hay que ir creando muy poco a poco el ecosistema». «Creo que, de aquí a unos años, tendremos un buen ecosistema biotecnológico en Andalucía», vaticina, también convencido de que «hay productos en marcha en España que van a ser decisivos» en la resolución de la pandemia.
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