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JOSÉ LUIS PIEDRA
SEVILLA
Domingo, 8 de septiembre 2019, 00:52
Se cumple ya un mes desde que la Junta informara por primera vez de los primeros afectados del brote de listeriosis que ha afectado a más de 200 personas por el consumo de carne contaminada, convirtiéndose en la mayor crisis de salud pública de Andalucía ... y también la primera gran crisis que ha puesto en jaque al nuevo Gobierno andaluz. Una crisis que no cesa por el momento con la detección de un nuevo foco y la activación de otra alerta alimentaria ante la amenaza de que puedan registrarse nuevos casos por nuevos productos cárnicos intoxicados.
Desde aquel primero de agosto esta infección, que en principio parecía algo puntual y bajo control y no estaba aún confirmado el brote, ha ido creciendo y extendiéndose incluso fuera de Andalucía a través de la bacteria 'Listeria monocytogenes', que llevaba ya tiempo infectando silenciosamente a muchos consumidores a través de una carne contaminada de una marca que muchos de los afectados nunca olvidarán desgraciadamente: La Mechá, fabricada por la empresa sevillana Magrudis, y que hasta ahora era el epicentro de este brote hasta la alerta decretada este viernes por la infección de la carne producida por Sabores de Paterna en una empresa de este municipio gaditano.
28 de julio
En una celebración familiar en Tomares (Sevilla) sus miembros sufren una intoxicación alimentaria No trasciende. La listeriosis hasta entonces es una infección con una casuística de entre 8 y 28 casos al año.
5 de agosto
Otra intoxicación de parecidas características se detecta en Pilas (Sevilla) y se envían muestras de una tienda a los laboratorios del Ayuntamiento de Sevilla Comienza la investigación.
8 de agosto
Se detectan más casos en la provincia de Sevilla La Consejería de Salud envía al mismo laboratorio municipal muestras de dos marcas de Sevilla y Málaga.
Entre 8 y 14 de agosto
Se realizan pruebas y hay retraso en la confirmación del foco Las versiones de la Junta y Ayuntamiento difieren. La Junta informa que «hubo un error del Ayuntamiento, que comunicó el día 9 que el brote estaba en una fábrica de la provincia de Málaga; el día 14 rectificó y dice que era en una fábrica de Sevilla». El Ayuntamiento de Sevilla reitera que es el distrito sanitario de la Junta el que muestra dudas del etiquetado de las muestras cuando el martes 13 se le comunica por teléfono que la que ha dado positivo es la de Málaga.
14 de agosto
Tras la confusión se confirma que la muestra con positivo en listeriosis es de la muestra de la empresa Magrudis de Sevilla y de su marca La Mechá, en concreto carne mechada «Jamás se ha visto tanta listeria en una placa», señaló el consejero de Salud.
15 de agosto
La Junta de Andalucía declara la alerta sanitaria y alimentaria.
16 de agosto
El Ministerio de Sanidad recoge la alerta El alcance del brote afecta a 204 personas (197 en Andalucía) y ha provocado 5 abortos, cuatro de ellos en Andalucía y uno en Madrid.
20 de agosto
Desde el Hospital Virgen del Rocío se confirma el primer fallecido por listeriosis, una anciana de 90 años Gobierno y Ayuntamiento de Sevilla cruzan reproches sobre la tardanza en dar la alerta.
21 de agosto
La Junta ordena el cierre y la retirada de los productos elaborados por la empresa sevillana Magrudis.
22 de agosto
Fallece un hombre de 63 años en un hospital de Cantabria con patologías graves al que se le detecta listeriosis.
23 de agosto
Un informe detecta el foco de contaminación de la bacteria en las mechadoras.
27 de agosto
La Consejería de Salud confirma la muerte de otra mujer de 74 años por listeriosis y también con patologías previas.
4 de septiembre
Una mujer pierde en el hospital de Málaga a su bebé en la semana 23 de embarazo.
5 de septiembre
Facua denuncia que una mujer había sufrido un aborto en marzo, después de consumir carne de La Mechá en febrero Reunión de los consejeros de Presidencia y Salud con el alcalde de Sevilla para coordinarse en la gestión de la crisis.
6 de septiembre
Facua denuncia la muerte en febrero de un bebé a los cinco días de nacer La madre y toda su familia, unas doce personas, consumieron carne mechada de Magrudis en la Nochevieja. La Junta lanza una nueva alerta sanitaria por listeriosis tras dar positivo una muestra de la empresa Sabores de Paterna. Ordena el cierre de la fábrica. La alerta afecta a varias provincias. José Miguel Cisneros, portavoz sanitario de la Junta de Andalucía, anuncia un nuevo caso de aborto por listeriosis. Suman ya siete casos.
El balance de esta crisis tiene su lado más trágico en el fallecimiento de tres personas hasta el momento, así como en los siete abortos que se han tenido que practicar por los efectos de esta bacteria, seis de ellos en Andalucía.
En los primeros días de agosto la Consejería de Salud y Familias informó por primera vez de la detección de esta afección por listeria, en concreto fueron 16 los casos registrados, 12 de ellos en Sevilla y otros cuatro en Huelva que se habían descubierto en las dos semanas precedentes. En ese momento, la consejería emprendió las medidas que establecía el protocolo de actuación que con el paso del tiempo y la dimensión de la crisis se han demostrado insuficientes y mejorables. Fue entonces cuando se abrió una investigación epidemiológica para determinar la posible fuente de infección. Sin embargo, no fue hasta el 15 de agosto cuando se decretó la alerta alimentaria, una vez que se certificaron los resultados de los análisis realizados por el laboratorio del Ayuntamiento de Sevilla que corroboraban que el origen del brote estaba en la carne mechada contaminada que fabricaba la empresa Magrudis bajo la marca La Mechá. Fueron días en los que ya irrumpieron los primeros reproches entre Junta y Ayuntamiento por la tardanza en la realización de estos análisis y la confusión de sus resultados y ambas administraciones se endosaban responsabilidades. De hecho, cuando se activó la alerta a mediados de agosto los hospitales andaluces ya habían atendido a 40 personas, lo que ponía de relieve que el brote apuntaba muy alto en sus consecuencias.
De todas las crisis se aprenden y eso precisamente está haciendo la Junta y también sus equipos de profesionales sanitarios, como reconocía el propio consejero que destacaba también como logros positivos los avances, conocimientos y novedades que se están produciendo a lo largo de la gestión de este brote sin precedentes. Y es que esta es una de las conclusiones más claras, la necesidad de mejorar las actuaciones tanto previas de control e inspección como también posteriores de seguimiento, atención y coordinación.
De hecho, la ministra de Sanidad ya ha propuesto abordar la revisión del protocolo de actuación contra la listeria en el marco de la Ponencia de Vigilancia de la Comisión de Salud Pública, de la que forman parte todas las autonomías. También se impulsará un nuevo decreto de vigilancia en salud pública para incrementar la calidad de las notificaciones de las enfermedades de declaración obligatoria, como es el caso de la listeria, todo ello con el objetivo principal de agilizar la intervención de las administraciones sanitarias en estas situaciones de alerta alimentaria.
Una de las últimas novedades también en la gestión de esta crisis fue la reciente decisión de ampliar el protocolo a todas las mujeres embarazadas andaluzas para actuar de manera preventiva ya que el riesgo de contagio de estas mujeres en gestación es un 20% más alto que el del resto de población. Se trata de una iniciativa de carácter pionero de esta actuación a nivel mundial, ya que hasta la fecha no había ningún protocolo escrito respecto a cómo actuar con las mujeres gestantes en este tipo de casos. Se trata de garantizar la salud tanto de la madre como del bebé.
Por su parte, desde Facua se considera urgente acometer una modificación de toda la legislación en materia de control e inspección alimentaria para regular que todas las empresas alimentarias cuenten con un seguro y tengan que aportar cantidades a un fondo de garantía que cubran indemnizaciones económicas derivadas de intoxicaciones alimentarias como las que están ocurriendo. Además, considera que la norma debe exigir a las administraciones competentes que se comuniquen de forma más rápida todos los datos relativos a licencias, inscripciones e inspecciones a estas empresas.
En principio la detección de los primeros casos de infección se remontaba al mes de julio, cuando empezaron a llegar casos de familiares que se contaminaban a la vez y que, por lo tanto, alertaba ya de que no se trataba de casos aislados como históricamente ha venido ocurriendo con esta bacteria. No obstante, los casos por listeria que van apareciendo ahora van mucho más atrás en el tiempo, ya que Facua denunció el fallecimiento de un bebé nacido con 7 meses en febrero en Sevilla después de que su madre consumiese carne mechada contaminada las pasadas navidades, un caso que está en investigación ahora por parte de la consejería para determinar el origen de la infección.
La vertiente humana de este drama sobrecoge por los testimonios de los afectados que confiesan cómo pasaron del disfrute con fruición de una sabrosa tostada o un apetitoso montadito de carne mechada al calvario y tragedia que han tenido que sufrir después.
El lado más dramático se vivió con los primeros fallecimientos, personas mayores con afecciones previas y con un delicado estado de salud en los que la bacteria agranda sus efectos. La primera fallecida fue una anciana de 90 años de Sevilla el 20 de agosto y días después fueron otra mujer y un hombre, ambos con más de 70 años y también con enfermedades graves. La hija de una de estas fallecidas, María José, fue contundente al declarar que su madre, Francisca, con 74 años, padecía solo una afección pulmonar y que estaba perfectamente, por lo que si no hubiese comido carne mechada podría haber vivido muchos años más.
Un drama que se agudiza aún más en el caso de uno de los de los grupos de mayor riesgo, junto a los mayores, en este brote de listeria como son las mujeres embarazadas, que han llegado a superar la veintena y que tienen en sus bebés al paciente más vulnerable a esta bacteria. Pocos días después de decretarse la alerta se conocía el primer caso de la joven sevillana Teresa, que estando embarazada consumió la carne mechada contaminada en julio y perdió a su bebé el 2 de agosto. Al día siguiente de activarse la alerta, lamentaba su aborto y denunciaba la falta de información y el desconocimiento sobre la carne contaminada.
Es el mismo caso de otra embarazada de origen chino, Ying Ying Liu Xu, que comió carne mechada y denunció que acudió a las Urgencias del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla el 15 de agosto y le dieron de alta minutos antes de que la consejería anunciase la alerta por listeriosis sin hacerle ninguna prueba para detectar si la tenía pese a su sintomatología y formar parte del grupo de riesgo.
Más singular es el caso del joven sevillano, Simeón Gallego, que llevó el brote de listeria lejos de España, hasta Alemania. Según su relato, fue el pasado 21 de agosto cuando se desplazó a la ciudad alemana de Lahr para conocer a la familia de su pareja y tuvo la idea de sorprenderla con productos típicos de Andalucía, un regalo envenenado porque adquirió carne de la marca La Mechá, lo que provocó que seis personas de la familia resultasen afectadas por ello. Afortunadamente han podido salir de esta pesadilla porque se han recuperado favorablemente. La mayoría de los afectados coinciden en su intención de emprender acciones legales contra los causantes de este brote para ser resarcidos del daño causado; de hecho, gran parte de ellos se han integrado en la plataforma de Facua para unir sus fuerzas en esta batalla jurídica que en principio se dirige contra la empresa Magrudis. La Junta procedió desde el primer momento a clausurar la fábrica y retirar todos sus productos, inmovilizando hasta ahora más de ocho toneladas de carne contaminada. No obstante, una semana más tarde de la alerta se descubrió que se estaba distribuyendo carne con una marca blanca a través de la empresa Comercial Martínez León.
La batalla contra la crisis por la listeria se ha librado también en el escenario político por las responsabilidades y gestión de cada una de las administraciones. Desde el Gobierno andaluz siempre se ha defendido con vehemencia la gestión de esta crisis que ha estado caracterizada por la transparencia e información y por los avances en los protocolos y actuaciones en una situación novedosa por su envergadura y naturaleza, reconociendo solo algunos problemas en la comunicación, único apartado en el que se ha hecho autocrítica.
Sin embargo, la ministra en funciones de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, reconoció errores en la gestión y arremetió contra el Gobierno andaluz por las informaciones contradictorias. Desde la oposición andaluza, tanto PSOE como Adelante Andalucía han sido implacables en sus críticas por la nefasta gestión y han pedido la dimisión del consejero de Salud, Jesús Aguirre, además de la comparecencia del presidente de la Junta en el Parlamento.
El brote de listeriosis ha registrado tres nuevos casos de personas afectadas, dos de ellas mujeres embarazadas, según informó la Consejería de Salud y Familias. Así el total de personas hospitalizadas se eleva a 48, frente a los 45 ingresadas del día anterior.
El total de embarazadas afectadas actualmente es de 21, de las que dos se encuentran ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), El número total de casos confirmados de infección en Andalucía desde que comenzó el brote es de 210.
La distribución por provincias del número de casos confirmados muestra que el brote se sigue centrando en la provincia de Sevilla, con 173 casos lo que supone el 82% del total.
Por otra parte, el Ministerio de Sanidad ha ordenado ya la retirada del mercado de todos los productos de la empresa gaditana Sabores de Paterna debido a la nueva alerta alimentaria por listeriosis decretada el viernes por la Junta.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha ampliado la alerta «a todos los productos de la marca Sabores de Paterna», que se comercializan en todas las comunidades autónomas menos en el Principado de Asturias, Ceuta y Melilla. Actualmente se está investigando cualquier conexión entre la carne de La Mechá y la nueva marca contaminada Sabores de Paterna, cuyas muestras se han remitido ya al Centro Nacional de Microbiología para que determine si se trata de la misma cepa, además de verificarse los proveedores e ingredientes que utilizan ambas marcas para determinar un origen común.
La coordinación entre administraciones también se ha revelado mejorable como así se ha puesto de manifiesto en la reunión que recientemente mantuvieron representantes de la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla para reforzar esa cooperación, aunque siempre se ha destacado que esa colaboración ha funcionado pese a las críticas y tensiones vividas. Con el Gobierno del Estado sí que ha sido mucho más cuestionada y la propia ministra de Sanidad admitía sin tapujos errores y falta de información, por lo que instó a la Junta a acometer las mejoras necesarias para evitar estas situaciones en el futuro. No obstante, la delicada relación de Junta y Gobierno central se refleja en la nula comunicación entre los presidentes de ambos ejecutivos, ya que no ha existido ni una sola llamada de Pedro Sánchez a Andalucía sobre este asunto tan grave, como así lo censuraba el propio Juanma Moreno.
Mientras tanto, las críticas entre Ayuntamiento y Junta se remontan al inicio de la crisis con los primeros análisis por parte del laboratorio municipal, recriminándose ambas administraciones la culpa por el retraso en la determinación del origen del brote argumentando errores en el etiquetado en las muestras y también después en el listado de los productos, aunque aquí la empresa sí que es la auténtica responsable al no haber comunicado todos los lotes que tenía en el mercado tras su distribución. Y es que en colocar a Magrudis en el epicentro de la responsabilidad sí coinciden plenamente Junta y Consistorio, puesto que tras la investigación realizada se pone de relieve que ha incumplido las normativas autonómica y municipal con documentaciones incompletas, erróneas e incluso inexistentes en los registros de ambas administraciones. Gobierno andaluz y Ayuntamiento han reconducido sus relaciones y han potenciado ahora su coordinación para intentar superar de una vez esta crisis. Con todo, se ha abierto el debate sobre quién debe ejercer la competencia del control e inspección sanitaria y alimentaria que son de la Junta pero que en el caso de Sevilla, Málaga y Granada reside en sus ayuntamientos. El Ejecutivo autonómico ya ha anunciado que próximamente va a replantearse revisar estas competencias y no descarta que sea la Junta la que asuma toda la gestión.
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