Susana Dïaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro, antes de comenzar el debate.

La desconexión de las bases y la autonomía frente a Ferraz marcan las discrepancias en el PSOE-A

Los candidatos eluden el cuerpo a cuerpo pero no evitan chocar en las dos cuestiones fundamentales que marcan las primarias

Héctor Barbotta

Miércoles, 9 de junio 2021, 00:25

Ni los motivos por los que perdieron la Junta de Andalucía después de 37 años de poder continuado, ni cuál es el perfil que se debe adoptar desde la oposición, ni qué estrategia o qué política de alianzas debe forjarse para intentar recuperar el Gobierno ... andaluz. Los tres candidatos en las primarias del PSOE de Andalucía celebraron anoche el único debate de la campaña y sus equipos pactaron un temario que parecía más destinado a una confrontación entre diferentes partidos que a resolver la controversia interna para determinar cuál debe ser el liderazgo y el cartel para intentar la difícil tarea de revertir la tendencia de pérdida de votos que afecta al PSOE desde hace una década.

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Sin embargo, no consiguieron impedir que colisionaran en las dos cuestiones que están marcando este camino hacia las urnas: la falta de escucha a las bases y a los colectivos afines como principal causa de la pérdida de la Junta y la necesidad de mantener la autonomía del PSOE de Andalucía frente a Ferraz. Juan Espadas procuró volver una y otra vez sobre la primera cuestión. Lo hizo cuando tocó debatir sobre educación y también en el bloque en el que la discusión abordó el tema de la sanidad pública. Los colectivos de trabajadores de ambos servicios públicos esenciales, dijo, no fueron escuchados, según dijo, «en los últimos años» de gobiernos socialistas. Es decir, cuando Susana Díaz estuvo al frente del Ejecutivo.

45.000 militantes

Esta contraatacó con una cuestión que toca de lleno a los cerca de 45.000 militantes socialistas que tendrán que acudir a las urnas el próximo domingo: la necesidad de mantener la autonomía del partido frente a la dirección federal. Tras escuchar repetidamente este argumento, Espadas optó por responder. «El PSOE de Andalucía -dijo- nunca va a ser una sucursal, cualquier duda es faltarle el respeto a la historia y a nosotros mismos». Fue uno de los escasos momentos de tensión. Pero Díaz insistió aún cuando el debate ya había acabado. Al comparecer ante los periodistas aseguró sin dudarlo que la suya es la única candidatura que garantiza que los socialistas andaluces seguirán tomando sus decisiones de manera autónoma.

El objetivo de detener la consolidación de Moreno Bonilla y desalojarlo de San Telmo fue otro de los ejes sobre los que giró el debate, pero mientras Susana Díaz reivindicó como una victoria los resultados de 2018, en los que fue la candidata más votada, Espadas insistió en que sólo generando un cambio será posible devolver a los socialistas al Palacio de San Telmo.

El tercer candidato, el profesor de Economía Luis Ángel Hierro, también apostó por un cambio, pero insistió en que éste debe ser programático y claramente de izquierdas. Hierro planteó un debate ideológico en el que sus adversarios prefirieron no entrar. Pero él insistió: «Primero hay que saber qué hay que hacer, después hay que querer hacerlo, y después hay que hacerlo», advirtió.

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